Víctimas del 'prime time'

Julián Muñoz ha regresado a la televisión, en 'prime time', con un escenario idóneo para que cuente «la verdad», como lleva semanas anunciando Telecinco. El exalcalde parece una sombra del hombre que podemos recordar, del brazo de Isabel Pantoja, cuando sus entradas y salidas, con manta o sin ella, podían generar horas y horas de contenido de sobremesa. Pe

ro su discurso, aquel que nunca llegó a pronunciar tras entrar ser encarcelado, llega ahora al horario de máxima audiencia en lo que es un golpe de efecto de la cadena para tratar de hacerse con el liderazgo del 'share', ni más ni menos. Porque el formato funciona y Mediaset lo sabe.

Así lo probó hace solo unos meses Rocío Carrasco, uno de los personajes más conocidos y a la vez más misteriosos del panorama nacional, al menos hasta entonces. Su vida, siempre pública, alcanzó un hermetismo tal, que ni siquiera sus hijos (carne de cañón de los medios) parecían haberla podido descifrar. Pero todo llega, y sus lágrimas no solo hicieron líder a Telecinco, sino que además reabrieron un debate, tanto en medios como en redes, que encontraba (y sigue encontrando) al público dividido. El 'prime time' a su merced, más si cabe, y la hija de Rocío Jurado mostrando su sufrimiento en un escaparate que la audiencia no podía dejar de admirar. Por eso, en unos meses, llegará la segunda temporada.

Un filón que también en HBO MAX ha encontrado su hueco, con Dolores Vázquez. Una víctima real, de la justicia, que pasó dos años en prisión acusada de un asesinato que no cometió, con una calma que le valió una condena y que ahora demuestra, en la pequeña pantalla, que no ha perdido, pero que tampoco ha olvidado. A su historia, relatada ya también en la ficción, le faltaba una versión, esta vez en primera persona, retomando con ello el debate sobre una injusticia histórica tanto en los medios como en las redes, siendo esta, quizás, la mayor de las novedades en su caso. Un caso que vuelve a poner sobre la mesa la duda de hasta dónde puede llegar la televisión en la búsqueda de buenos datos de audiencia. Preguntándonos, además, si no los habremos convertido, ahora entre todos, en víctimas del 'prime time'.

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