

Secciones
Servicios
Destacamos
Comunicadora, actriz, creadora todoterreno, Belinda Washington y su banda de jazz actúan esta noche en Oviedo (Hotel AC Forum, 21.30 horas) en la gala de los III Encuentros Cincuenter. Nos habla de ello y de los retos de ser mujer madura en la España actual.
-Hoy estará cantando con su banda de jazz, una de sus pasiones.
-Llevamos casi catorce años, normalmente somos cinco y, en esta ocasión, será una versión reducida en la que estaré acompañada por un maravilloso guitarrista, Marcus Wilson, y Carlos Máñez, un saxofonista que ha tocado hasta con Gloria Gaynor. Haremos muchos clásicos de jazz, algunos temas en castellano y francés y la verdad es que la gente se queda muy contenta, parece que 'presta' (risas). Y además en Asturias, a la que aprendí a querer gracias a nuestro querido Arturo Fernández.
-¿Se identifica en la pelea contra el edadismo de este evento?
-Desgraciadamente, es una realidad. Mujeres -y también hombres- con experiencia no son valorados como deberían por la sabiduría vivida que tienen. Se les relega sin tener en cuenta ese bagaje del que cualquier jovencito o jovencita carecen. Creo que hay que poner en valor la experiencia. Yo este año cumplo 60 y me siento vitalmente como una cría. La edad es un número en el DNI, pero la actitud vital o las ganas de asombrarte y aprender son eternas, deben estar siempre despiertas.
-En su caso, ¿ha visto relegarse proyectos por ese motivo?
-No. Acabo de presentar mi primer corto como guionista y directora para el festival de cine de comedia de Cuenca y estoy escribiendo una novela. En un proyecto con gente joven para saltar y bailar, no tengo esa forma física, pero, en cuanto a capacidades mentales y creativas, por supuesto que sí.
-¿Y lo mejor que aporta la madurez?
-Todo. Las mujeres de más de 50 seguimos siendo atractivas para chicos de 30, veintitantos y de 80. El amor es algo abierto, todo depende de las ganas de vivir. Las mujeres maduras están llenas de poder y libertad: los hijos han crecido, tú ya has hecho una carrera, hay una sensación maravillosa de «ahora me toca a mí».
-Hay temas tabú como la maternidad y lo vemos estos días con Ana Obregón. ¿Qué opina de la gestación subrogada?
-La primera palabra que me suscita es respeto: a las decisiones, a las vivencias, a ponerse en los zapatos de los demás para saber exactamente la historia en cada caso. La maternidad subrogada está prohibida en España, pero permitida en EE UU. Hay muchos matrimonios homosexuales, tanto mujeres como hombres, que recurren a este tipo de sistemas. He oído lo de explotación de las mujeres y yo creo que sería si algo no es deseado. Si existe un consentimiento entre dos adultos, hay muchas madres que ceden su vientre y no cobran absolutamente nada. Su propósito es hacer feliz a una pareja que no puede engendrar y otras que llegan a llevarse cantidades de hasta 40.000 euros. ¿Qué opino? Está permitido en otros países, con lo cual se puede hacer y es una decisión de cada uno. Preocupémonos de ser buenas personas y dejemos de juzgar a los demás.
-En el caso de Ana Obregón, ¿la edad sí ha pesado?
-Lógicamente, no es desdeñable. No es lo mismo ser madre con 40 que con 68, pero yo sé que Ana va a ser una gran madre, que habrá sopesado muchísimo esta decisión. Seguramente no es fruto del capricho, pero, como no tengo todas las piezas del puzle, me eximo de opinar porque no lo sé todo. Esa niña va a tener muchísimo amor. Le deseo larga vida a Ana Obregón y a todas las parejas que elijan este tipo de maternidad a una edad más madura, pero ¿quién es nadie? Ojalá el mundo se mueva más por amor y menos por el odio.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.