Secciones
Servicios
Destacamos
Las veinte semanas de gestación es, en muchos casos, un motivo de alegría y alivio para todas aquellas mujeres que, tras superar una ecografía de control en la que el especialista confirma que todo va bien, respiran tranquilas. Pero, para otras, es un punto de ... inflexión que, en muchos casos, descubre problemas que hacen viable un aborto, a pesar del deseo de tener a su bebé en brazos. Que el embarazo ponga en peligro la vida de la madre, o que el feto sufra malformaciones incompatibles con la vida son dos razones que pueden propiciar el aborto a partir de la semana 20 de gestación. Una situación a la que se vieron abocadas cuatro mujeres (tres de ellas en 2019, una, hace solo tres meses) que anoche hablaron con Gonzo en 'Salvados' y explicaron el drama al que se vieron abocadas.
En la picota, el Servicio de Salud Público de Murcia, en el que no se practican abortos programados, como Juan Luis Delgado, jefe del departamento de Medicina Materno Fetal del Hospital Virgen de la Arrixaca, el hospital de referencia de la ciudad de Murcia, confirmó en 'Salvados', amparándose en una claúsula de conciencia. Autodenominándose como «médico cristiano«, el doctor reconoció que la situación no es la ideal, llegando a asegurar que había animado a las mujeres que pasaban por ese drama de tener que abortar en esas condiciones «que contasen su historia», aunque sin dejar de defender que la Consejería de Salud de Murcia no pone impedimentos para la práctica de abortos, y que se está trabajando para solucionar esta situación.
Una situación que se puso de manifiesto en 'Salvados' y que es, cuanto menos, desgarradora. Así lo revelaron los testimonios de cuatro mujeres que explicaron lo ocurrido al interrumpir sus respectivos embarazos por malformaciones incompatibles con la vida y que se sintieron tratadas como «perros abandonados», motivo por el que dos de ellas han decidido denunciar su situación ante la fiscalía.
Como Claudia, médico residente, a la que le descubrieron malformaciones en el feto cuando estaba embarazada de cinco meses. Ahí empezó su calvario. Madre de una hija de casi tres años, tuvo que desplazarse a Madrid (desde Murcia) para que le practicasen un aborto. Claudia se encontró con una clínica en unas condiciones nefastas, sucia, con el personal sin identificar y sin los medios necesarios para hacer frente a imprevistos. En un momento gestacional en el que, según relata, basándose en sus propios conocimientos como médico, y en los de una amiga residente de ginecología que la acompañó en este duro proceso, su parto debería haber sido atendido como el de una mujer que da a luz a un feto vivo, el trato recibido llegó a hacerla temer por su vida, sobre todo cuando vio al médico y a la matrona que la atendían «sin saber qué hacer». «Fue mi amiga la que tomó las riendas», reconoció a Gonzo en 'Salvados'.
Un sufrimiento «inhumano» que terminó sin que nadie mencionase a su hijo Manuel, al que acaba de despedir de una forma tan traumática que le costó meses de terapia y tratamiento, a consecuencia de un estrés postraumático debido a lo ocurrido. Un drama que, ahora, al igual que otras muchas mujeres, ha puesto en manos de la justicia, «para evitar que otras mujeres tengan que pasar por lo que hemos pasado nosotras«.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.