Nuria Rozas
Jueves, 25 de agosto 2016, 11:56
Ni los Juegos Olímpicos pudieron con Las Campos el jueves pasado. El reality se convirtió en el líder de la noche con 2.361.000 espectadores. Hoy se emite la segunda parte y Terelu Campos no tiene pelos en la lengua.
Publicidad
Vimos el casoplón de su madre y su ático. ¿Cuál es su rincón favorito?
¡Mi cama, hija! Porque como la uso tan poco...
El momento más divertido del programa fue con sus amigas. ¿Qué significan para usted?
Siempre he dicho que, quitando a mi familia, son mi mayor patrimonio. Pero de verdad.
En este país, cuando el papel de la mujer estaba relegado a la casa, su madre fue la reina de las mañanas. ¿Es su referencia?
Ha sido fundamental. Somos lo que hemos mamado, lo que hemos vivido, donde nos hemos criado... En mi caso y en el de cualquier ser humano.
¿Cuál es el principal valor que le ha enseñado?
La lealtad, que no tiene nada que ver con la fidelidad. Eso y el ser una persona luchadora, no tirar la toalla, empezar de nuevo...
María Teresa confesaba que su vida no había sido de color de rosa. ¿Usted también ha sufrido mucho?
No conozco a nadie que solo haya sido feliz. Aunque algunos tienen una vida mucho más plena... Yo he sido una niña alegre, tuve una adolescencia muy buena con un momento muy complicado (el suicidio de su padre) y luego una madurez con un palo muy gordo como el cáncer. Pero tengo muchas cosas que agradecerle a la vida. Sería injusta si no lo reconociese.
Publicidad
Su madre, a sus 75 años, no piensa en jubilarse. ¿Usted también seguirá al pie del cañón?
¡Yo, si pudiera, me daría patadas en el culo para irme! Me encanta mi trabajo, pero también otras cosas. Aunque me temo que, si el público me sigue queriendo, estaré ahí muchos años.
Rocío Carrasco decía que la Campos es una jefa muy exigente. ¿Con usted también?
Sí, ella quiere siempre más. A mí me ha perdonado menos cosas que a los demás. Si alguien llegaba tarde un día, no pasaba nada. Yo me retrasé una vez y me dijo que a lo mejor no volvía a trabajar con ella.
Publicidad
El acoso de los paparazzis
Su madre dice que usted es más exigente y ella más espontánea.
Yo me exijo muchísimo. ¡Más que ella! ¡Soy un coñazo! Tengo un gran sentido del ridículo y me flagelo mucho. En cambio, he aprendido a relativizar lo de las redes sociales, a mi madre eso le afecta mucho. ¡Como no las miro soy feliz!
El capítulo de hoy se titula: Hija, cuidado con los paparazzis. ¿Le ha repetido muchas veces esa frase?
Sí. Ella ha sufrido menos su acoso hasta su relación con Edmundo. Ahora, a veces me dice: «Ostras, te comprendo». Y yo le contesto: «Para que veas».
Publicidad
Ahora le tendrá que decir usted a ella la misma frase...
Claro. Ahora le digo: «¿Qué, mamá, te parece terrible tener a diez paparazzis esperándote en la puerta del restaurante? ¡Pues yo he vivido así mucho tiempo!».
¿Qué le pide a la vida? Ha recuperado la salud, tiene programa nuevo...
(Interrumpe) ¡Salud siempre! Para poder trabajar, sacar a mi hija adelante, tener amor... Solo a los que la salud nos ha tambaleado somos conscientes de su importancia.
Publicidad
¿Y un novio?
Escúchame, ¡soltera estoy en la gloria! En la glo-ri-a. No quiero un tío a mi lado ni de coña.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.