Paco y Steisy protagonizan la versión española de '9 semanas y media'

La Palapa de Supervivientes se llenó de lágrimas hace unas semanas con la expulsión de Steisy del grupo. La granadina se quedó desconsolada, tenía ganas de continuar su aventura y veía como su sueño se esfumaba en cuestión de segundos. Lo bueno para ella era que tenía a su hermana allí, y el disgusto no fue tan grande.

Lo que no se imaginaba Steisy era que el concurso no había terminado del todo. Quedaba un momento que la audiencia esperaba como agua de mayo: el reencuentro con los otros desterrados. Los Supervivientes no sabían de la existencia de otra localización en el concurso, desconocían que había una isla donde la vida continuaba y Steisy lo descubrió tras su expulsión.

Confusa, fue llevada a la casita del árbol donde la esperaban escondidos Paco y Tamara. Se abrieron los votos y la granadina se quedó con el exconcursante de Pasapalabra.

La estancia de Steisy y el de Pozuelo Paco de Benito en el destierro de Supervivientes parecía endulzarse día a día y durante la última puesta de sol, Paco sucumbió a los encantos de Steisy, a quien besó tras recitar un poema. "Anda mi Paco" balbuceó la extronista de 'Mujeres y hombres y viceversa'.

La historia no quedó ahí. La tensión sexual no resuelta fue in crescendo y se notaba en el ambiente. Steisy, reconocida experta en las artes de la seducción, se entregó a un ardiente baile la madrugada del pasado martes hacia 'su Paco' y la temperatura de la isla, ya de por sí alta, rompió el mercurio. Y Paco disfrutó. Mucho.

Steisy se fue quitando primero la camiseta que la cubría hasta quedarse en bikini, después ambos jugaron con la crema, e incluso Paco llegó a morder la parte de abajo del bañador de su compañera. Al final, acabaron rebozándose por la arena entre risas.

Durante semanas Steisy no había ocultado su interés por Paco y parece que sus indirectas causaron efecto en Paco, que fue expulsado en la última gala.