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Íker Jiménez, en la inauguración de la exposición.
«En mi mundo hay menos timadores que en política»

«En mi mundo hay menos timadores que en política»

periodista. «Asturias es una tierra mágica, sin duda»

Azahara Villacorta

Miércoles, 24 de junio 2015, 02:40

El gijonés Palacio de Revillagigedo se llenará de misterios irresueltos a partir del viernes y hasta el 12 de julio, cuando acogerá la exposición Cuarto Milenio, que propone un recorrido por los principales enigmas del mundo de lo desconocido y por la historia del programa de televisión que desde hace años lidera Íker Jiménez (Vitoria, 1973). Especializado en lo que él mismo denomina periodismo de lo desconocido, Jiménez será también mañana el protagonista absoluto de La Noche del Misterio, en el que el presentador «contará cosas que jamás ha confesado y que no podrá ser grabado ni difundido», pero para el que ya no quedan entradas. El periodista responde a EL COMERCIO por cuestionario.

¿Por qué ha elegido Gijón como segunda sede de esta exposición tras Madrid?

Fue una propuesta de Mediaset y de los chicos de Metrópoli, que hacen una gran labor y convierten cada verano a Gijón en un enclave de gran vitalidad y vanguardia.

¿Qué vinculación tiene con la ciudad? De momento, sabemos que un miembro muy importante de su equipo es asturiano...

Sí, Juan Villa, el genio que hace las figuras que estarán en la exposición. Me enrolé en 2002 en la expedición científica llamada proyecto Kraken, del Museo de Ciencias Naturales, con el objetivo de grabar al calamar gigante en el Cantábrico. Creo que fue la primera vez que un programa de radio, Milenio3 de la cadena Ser en este caso, hizo una retransmisión , con cámara a mil metros de profundidad, para contar cómo era el abismo. El abismo de la fosa de Carrandi. Solo por momentos así merece la pena volver.

¿Qué destacaría de lo que aquí se podrá ver?

Habrá novedades muy importantes. Áreas que solo se podrán disfrutar en Gijón. Espero que gusten a la gente. Tienen que ver con vuestra tierra. Tierra mágica, sin duda.

Ha agotado las entradas para su conferencia a 25 euros. ¿Puede adelantarnos algo de lo que nos va a contar? Está prohibido grabar... ¿Es solo para iniciados o se alimenta así el misterio que lo rodea?

Vamos a contar experiencias personales después de tantos años de búsqueda. Lo de grabar o no emplear móvil es porque yo no leo ni sigo un guión. Ni en tele ni en radio. Por eso me despisto como la gente no esté un poco centrada. Les necesito en armonía total y metidos de lleno en el tema. En las cinco charlas anteriores lo hemos logrado. Tener a mil personas sin tocar un móvil durante más de dos horas es un misterio. O un milagro.

¿A qué cree que se debe el éxito de su programa y de los asuntos que en él se tratan? Le sigue toda una legión de... ¿cómo podrían calificarse? ¿Amantes de lo sobrenatural?

No. Lo sobrenatural es un ¿30%? de lo que contamos cada semana. El 70% es Historia, Arqueología, pura Ciencia, enigmas de la Neurociencia, Criminología y Ciencias Forenses, Zoología. Quien ve el programa lo sabe. Quien no lo ve se refiere al cliché. Eso es poco científico, por cierto. Quienes nos siguen son personas que aman la búsqueda y el conocimiento. Y a mí me encanta que sea así.

También ha sido muy criticado por quienes le acusan de falta de rigor. ¿Qué les dice?

Los que me acusan de eso deberían aprender, como hago yo, de premios Príncipe de Asturias de la Ciencia como Bermúdez de Castro o Juan Ignacio Cirac, que han acudido a Cuarto Milenio, entre otros muchos, a enseñarnos cosas con total humildad. A hablar de misterios del pasado y del futuro. Los que critican, habitualmente, tienen menos currículum y autoridad que los colaboradores que vienen. Es una curiosa ecuación.

Fantasmas y exorcismos

Usted asegura que tiene una misión. ¿Cuál es?

Re-encantar a la gente con la realidad. Que se den cuenta del milagro de vivir cada día, del prodigio, de la maravilla de la realidad asombrosa en la que vivimos a veces sin percatarnos de ello.

¿Ha inventado usted el periodismo de lo desconocido o tiene algún maestro?

Maestros tengo muchos, por fortuna. Cada día más. Pero, si hay alguien que me parezca un extraterrestre, o terrestre extra, es Félix Rodríguez de la Fuente. Insuperable, mítico, ejemplo vital máximo.

He leído que, en algunos asuntos, se declara escéptico. ¿En cuáles? ¿Y en qué no cree Íker Jiménez?

En los dogmas. En la arrogancia humana. En el materialismo que nos invade. En la idiocia generalizada e interconectada.

¿Y en la vida después de la muerte y los extraterrestres?

Creo en ambas cosas. Seguramente, ambas tienen una complejidad inabarcable para un pobre humano como yo. Pero no me creo la cúspide del conocimiento y la energía universal, como les pasa a algunos. Al revés. Pienso que hay cosas mucho más poderosas que lo humano. Por eso creo.

¿Hay mucho timador en estos mundos paralelos?

Menos que en la política, por ejemplo. O que en el periodismo sectario. O que en las mafias que diseñan las modernas necesidades. O que en los dictados de la dictadura de lo políticamente correcto. Y podría seguir.

¿Qué misterio le impresiona más de todos los que ha tratado? ¿Y qué lugar del mundo?

El nacimiento de la conciencia humana. El nacimiento del arte y el simbolismo, de la religión y la idea de trascendencia. Por eso Altamira es el lugar más impresionante en el que he estado, y probablemente, en el que estaré jamás. Ahí perdí el miedo a la muerte.

¿Ha sentido miedo de verdad alguna vez?

Claro. El miedo es compañero. Permanente. Aprendo de él. Miedo tengo, sobre todo, al demonio humano. Y a esa aborregación perfectamente programada que nos invade. Además, miedo a lo otro, también, evidentemente. Algunas experiencias las contaremos en La Noche del Misterio. Será como una confesión.

Han tratado sobre la Sábana Santa de Oviedo. ¿A qué conclusión llegan? Asegura la prueba del Carbono 14 que es muy posterior a la época de Cristo...

Dice un último estudio que el Santo Sudario de Oviedo y la Síndone de Turín estuvieron juntos. Lo dice un polen y la sangre analizada en un microscopio electrónico de una universidad, no yo. He tenido la oportunidad de pasar varios días con la Sábana Santa de Turín, en dos ocasiones diferentes, y de hablar con hombres de fe y de ciencia. Y no sé qué pensar. No lo tengo muy claro, sinceramente. De ser un fraude, es un fraude apasionante. De no serlo ¡imagínate!

Y se ha declarado impresionado al escuchar a Cirac, Premio Príncipe de Asturias de la Ciencia, hablando de lo que se está haciendo ya con la teletransportación.

Por supuesto. La ciencia de vanguardia es más consciente de lo poco que sabemos. De lo enorme y de lo minúsculo. De la estrella y de la célula. Cada día me asombro más de todo.

También ha buscado espíritus en una iglesia abandonada de Llanera... ¿Los encontraron?

Yo no estaba pero creo que no los encontraron. Los fantasmas, si es que existen los de carne y hueso está comprobado que sí parecen ser muy escurridizos.

La Iglesia mantiene en activo a los exorcistas en este siglo. ¿Qué opinión le merece?

Me parece bien. A veces, el exorcismo es el único bálsamo para personas que creen firmemente estar poseídas por algo maligno. Creo que lo importante es la paz de esa persona atormentada. Yo he asistido a exorcismos de la Iglesia católica y he quedado muy impresionado. No vi nada que no sea explicable con estados de la histeria profunda, pero es que hay cosas de la histeria que me parecen un enorme misterio. Conocemos aún muy poco de la mente humana, aunque nos quieran vender lo contrario.

¿Las caras de Bélmez son el misterio estrella en Epaña?

En Bélmez, de momento con Cuarto Milenio, ante notarios y con muestras científicas en tres laboratorios independientes, demostramos que no había fraude. Que las caras no estaban hechas como toda la prensa del franquismo y de la democracia y los más desinformados, mantuvieron durante décadas interesadamente. Ellos eran los equivocados. O los mentirosos. ¿Qué son? Ni idea. Me limité a demostrar que la prensa, la Iglesia y la ciencia mintieron como bellacos en este caso. Es suficiente, creo.

De Bin Laden a la policía autónoma vasca... Nada se les escapa. ¿Todo está rodeado de misterio?

Yo creo que sí. Mi concepto de misterio, de asombro, es muy amplio. Por eso aprendo todos los días algo. Me considero privilegiado en eso.

Mayas, egipcios, aztecas, incas... ¿Qué gran civilización le impresiona más? ¿Hemos perdido esa relación con el inframundo o la estamos obviando?

El hombre que pintó las cavernas de Tito Bustillo, la Covaciella o la Cuena de la Peña de Cándamo por referirnos a tu tierra es un enorme enigma. Como es España, le hacemos poco caso. Nos sabemos vender muy mal y así nos va. No tenemos nada que envidiar a nadie. Para mí, ese hombre del Paleolítico de la cornisa Cantábrica supera a todo lo que has mencionado. Sinceramente.

¿Algún mensaje, oculto o no, para los gijoneses?

Que agradezco su cariño. Y que mi ídolo de siempre es un sportinguista mítico, el gran Alfredo Megido, un artista, un genio del fútbol que quizá no tuvo mucha suerte. Compartió con los míticos Castro, Churruca o Quini grandes momentos en El Molinón de los setenta. Me impresionó verlo de pequeño, con esa calidad técnica y ese espíritu rebelde Y, cuando hoy jugamos nuestra liga de fútbol entre amigos, todos me llaman Megido. Y es un honor.

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