Una exposición itinerante explorará desde el mes de mayo el lado más artístico de Tino Casal

Javier Grela es quien se encarga de la selección de las piezas que se expondrán. «A Tino Casal mucha gente lo conoce solo por 'Eloise', pero a lo largo de su vida trabajó en muchas artes y disciplinas como la pintura», relata Grela, que subraya que en manos de la famila hay una notable colección de pinturas de gran formato. Además, obra suya era el vestuario de todas sus actuaciones e incluso diseñó joyería. Cuando falleció, el 22 de septiembre de 1991 –este año se conmemora el 30 aniversario–, relata Grela que un tráiler trasladó a Asturias sus pertenencias desde Madrid, que en su mayoría se conservan en un almacén. «La familia me ha permitido entrar y disponer de ello» y con las joyas que ha hallado allí y pinturas que están en casa de su hermana, se montará esa exposición que confía en que pueda llegar a Oviedo en septiembre. «Vamos mostrar su obra pictórica, escultórica, algunos discos de oro, trata de ser el reconocimiento a una figura que es mucho más que un cantante, que hasta participó en películas en aquellos años en los que empezaba a hacer cine un tal Pedro Almodóvar».

Tras el paso por Salt, en un antiguo convento que se ha convertido en un interesante centro de arte, «hay otros lugares de España que también quieren albergarla», y el objetivo final es que se convierta en un museo. Asturias, a su juicio, sería el lugar perfecto. Pero no hay nada definitivo. «Estamos diseñando el itinerario por diferentes lugares de España, pero no es fácil con el parón institucional». De momento el 7 de mayo se inaugurará en Girona y allí estará hasta principios de junio. Castilla y Léon será su siguiente destino.

Estima Grela que serán en torno a cincuenta objetos, sin contar discos y material musical, los que se exhiban. Óleos y acrílicos sobre lienzo, pero también pinturas sobre neumáticos o sobre otros muchos soportes nada convencionales. «Tino Casal le daba a muchas cosas, hay objetos que estamos descubriendo, como maniquíes con iluminación interna». Sostiene Javier Grela que si «alguna enfermedad tuvo fue la creatividad, necesitaba crear constantemente». Por eso todo era válido: «Hay por ejemplo una máscara de gas que la convirtió en personaje, cubriéndola con pinturas», desvela.

Meticuloso y exigente, siempre activo y efervescente, ese legado inédito de Tino Casal da para mucho, tanto que la idea es cambiar algunas de las piezas para cada nueva itinerancia de la muestra, que considera que tendrá un tirón importante, porque Tino Casal continúa teniendo muchos fans y porque –recuerda– cuando se expuso su vestuario en el Museo del Traje atrajo a miles de personas.