

Secciones
Servicios
Destacamos
RAMÓN AVELLO
GIJÓN.
Jueves, 14 de marzo 2024, 01:00
Georg Philippe Telemann es uno de los grandes músicos barrocos alemanes. Compositor cosmopolita y prolífico –su catálogo abarca casi ochocientas obras–, escribió para diferentes géneros ... e instrumentos. Además, Telemann fue un importante organizador y gestor musical. De hecho, se considera que en el ‘Collegium Musicum de Leipzig’, fundado por él a principios del siglo XVIII, está el origen de las sociedades públicas de conciertos, por lo que en este sentido podemos considerar a esta sociedad como precursora de las sociedades filarmónicas. Ayer, en el Teatro Jovellanos, dentro de la temporada de la Sociedad Filarmónica de Gijón, Juan Cossío y Carlos Dávila llevaron a escena momentos de la vida del compositor alemán sobre un hilo musical riguroso y coherente: las ‘Doce Fantasías para flauta solo’, de Telemann.
El espectáculo sobre Telemann es muy peculiar, al combinar una interpretación completa de las ‘Doce Fantasías’ con un programa dramático que, sin duda, facilita y enriquece la escucha. Carlos Dávila, fundador de Higiénico Papel, interpreta la figura de Telemann, basándose en la autobiografía del compositor. La recreación escénica, dirigida por Laura Iglesias, es mínima, se reduce a una mesa alargada en la que está el compositor y lo que sería su conciencia, que es el flautista. Carlos Dávila, que interpreta al compositor, va desgranando de una forma ágil la vida de Telemann desde su infancia a sus años de vejez. Textos muy bien entresacados y dramatizados con viveza por el actor gijonés. Todo esto estuvo siempre expresado y animado por las ‘Doce fantasías para flauta’ interpretadas por Juan Cossío. Como forma musical, la ‘Fantasía’, posee cierta libertad en la invención. Generalmente, cada una de ellas se estructura en diferentes tiempos, sintetizando de una manera integradora y libre el preludio improvisado, el estilo imitativo, milagrosamente polifónico y contrapuntístico en un instrumento que solo puede emitir una melodía como la flauta, y aires de danzas cercanos a la suite. ‘Fantasías’ con cierto grado de intimidad, en unas versiones de Juan Cossío que combinan la flexibilidad improvisada, los contrastes dinámicos, y, lo más sorprendente, la ilusión polifónica por la que se recrean, idealmente, varias melodías diferentes. Aspectos interesantes en esta versión fueron la fuga que se esboza en la primera Fantasía, la riqueza melódica con numerosos adornos de la Fantasía número 7, que es como una obertura francesa en miniatura; o el carácter melancólico grave de la última Fantasía. Cossío, además de tener una técnica respiratoria increíble, domina el fraseo, combina diferentes articulaciones y crea unos efectos envolventes mágicos que enriquecen las posibilidades de este instrumento. Al público le gustó la idea de combinar teatro y música, ya que así se evitó cierta monotonía, y aplaudió con largueza al final del acto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.