«Me siento muy emocionado en Gijón»

Apenas podía pronunciar palabras, consciente de la gran responsabilidad que tenía ante sí. «Ahora, antes de empezar, está con los nervios propios, pero muy ilusionado y con ganas de que todo salga como él sueña», señalaba Álvaro Montes, banderillero de la cuadrilla que le lleva acompañando desde hace catorce años. No tardó en hacer realidad su deseo. Además, por todo lo alto. 'El Juli' se despidió de la plaza de toros de El Bibio con ocho orejas, un rabo y un indulto: un regalo a todos los que estaban allí.

La de Gijón es una afición muy especial para él. Aparte de ser la ciudad donde tuvo su primera peña, «siempre viene encantado porque sabe que esta es una afición que lo acoge con mucho cariño, lo respeta y sabe esperarlo», destacaba el banderillero, que aseguraba que «es normal que el maestro quiera celebrar sus 25 años aquí; quieren ver lo mejor de él y él quiere dar lo mejor».

A las nueve menos diez de la noche, El Juli salía por la puerta grande a hombros de su cuadrilla tras haber firmado una despedida inolvidable. «Fue buenísimo, sobre todo el indulto. Una tarde histórica», afirmaba Pepe Domingo, uno de los muchos aficionados que le laureaban a la salida. «A ver cómo le cuentas esto a tu madre, ¡va a flipar!», le decía Carlos García, fascinado, a su hija.