Hay una tradición que desde hace 36 años se cumple en la Semana Negra: que el miércoles es el día más flojo de los diez de festival. Pues bien, el miércoles pasado en el recinto no cabía un alma y en las carpas no había ... un hueco libre. A expensas de los datos oficiales de número de visitantes, Ángel de la Calle, el director del certamen, aportaba ese detalle para ofrecer un primera impresión: «Ha sido brutal, ha habido más gente que nunca».
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Se anunciaba ya de récord de participantes –240 invitados, entre escritores, periodistas, guionistas, directores de cine, fotógrafos, científicos...– y lo cierto es que en las tres carpas –del Encuentro, A Quemarropa y de la Palabra– la actividad no se detuvo un momento. Se enlazaron presentaciones una tras otra, de modo que no es extraño que este domingo, durante la clausura, el director general de Política Llingüística, Antón García, tuviera a bien lanzar un elogio al equipo de veinte personas que dirige De la Calle: «Queda clausurada la mejor edición de la Semana Negra», dijo. Antes había apuntado que «este evento pone la cultura asturiana en el mapa de España y de Europa». Y aún dijo más: «El éxito está aquí, basta ver la gente que participó para darse cuenta de que ha sido una edición extraordinaria».
A Ángel de la Calle se le veía cara de cansancio tras días intensos, pero estaba contento, elogiando y agradeciendo a todo el equipo que trabaja sin tregua. Pero, acabada la edición número 36, queda ya convocada la 37, que tiene fecha fijada en el calendario: del 5 al 14 de julio. «Aquí estaremos si no hay invasión alienígena». Y el aquí hacía alusión al astillero de Naval Gijón que ha sido su hogar en los últimos años, excepción hecha de los pandémicos. El concejal de Infraestructuras Urbanas y Rurales del Ayuntamiento, Gilberto Villoria, también garantizó que así será. «Hay planes para la zona, pero las próximas dos o tres ediciones se podrán seguir haciendo aquí», dijo, tras subrayar que el gobierno municipal mantendrá su apoyo al festival cultural.
De la Calle reiteró su agradecimiento a la ciudad de Gijón: «La Semana Negra está aquí porque la ciudad la quiere, hemos tenido 16 ubicaciones diferentes y el pueblo de Gijón siempre nos ha seguido», anotó.
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Subrayó que los que los días pasados han servido para poner a Gijón «en el centro mundial de la literatura» a través de los invitados y los debates establecidos y recordó que la Semana Negra es el tercer festival más importante del mundo, después de la Feria de Guadalajara y el Hay de Cartagena de Indias.
Además de ese esfuerzo de un equipo pequeño pero entusiasta, en el que muchas personas incluso se toman vacaciones de sus trabajos para poder estar en la organización, y por supuesto a los diferentes patrocinadores, también se destacó la labor de las brigadas municipales. Gilberto Villoria fue quien se acordó de quienes desde hace años se encargan de acondicionar el recinto para dar cabida a la fiesta, para permitir que el churro y el libro convivan como llevan haciendo desde hace 36 años. Y lo harán el año próximo: «Esto es la Semana Negra y sigue», clamó Ángel de la Calle y a continuación sonó alto y fuerte Gloria Gaynor y su 'I will survive'.
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