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Cada vez son más las voces que se alzan ante la posible desmembración de la colección de arte de Cajastur, una vez que la entidad asturiana se ha visto en parte difuminada dentro de Liberbank primero y con Unicaja después por medio de un ... proceso de fusión. Si primero fue Foro Asturias, ahora es Podemos quien reclama mediante una proposición no de ley a la la Junta General del Principado de Asturias que inste al Consejo de Gobierno a iniciar los trámites necesarios para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) las colecciones de arte de la extinta Caja de Ahorros de Asturias. Asimismo, «teniendo conocimiento de que la Dirección General de Patrimonio Cultural solicitó a Liberbank y a la Fundación Cajastur, hace más de tres años, una copia del inventario de sus colecciones de arte», el portavoz suplente de Podemos también eleva una pregunta al Consejo de Gobierno con carácter de urgencia sobre «qué autores, cuáles y cuántas obras componen el inventario de obras de arte que les facilitaron». El objetivo final es el de proteger la colección ante un posible «expolio».
Porque, tal y como justifica la formación morada, la colección de la antigua Caja de Ahorros de Asturias tiene su génesis en la década de 1950 y reúne una importante muestra de artes plásticas asturianas, contando también con obras de relevancia estatal e internacional. Está compuesta por un importante volumen de obras de diferentes manifestaciones (pintura, escultura, dibujo, fotografía, etc.) de los principales artistas asturianos del siglo XX como Evaristo Valle, Nicanor Piñole, Francisco Casariego, Dionisio Fierros, Paulino Vicente, Antonio Suárez, Joaquín Vaquero Turcios, Eduardo Úrculo, Orlando Pelayo y Aurelio Suárez, entre muchos otros. Se trata de una valiosa colección de arte contemporáneo conformada a lo largo de décadas por donaciones y una política de adquisiciones sufragada gracias a los beneficios generados a partir de la gestión financiera de los ahorros de las personas contribuyentes.
«La desaparición de la Obra Social de Cajastur y la privatización de parte de la colección supuso su desmembración y la posibilidad de la salida de la misma de Asturies, riesgo agravado actualmente con la próxima extinción de Liberbank, entidad propietaria de las obras adquiridas entre la década de 1950 y 1999, las cuales pasarán a formar parte de Unicaja, con sede en Málaga», alertan desde Podemos.
«Ante tal posibilidad», continúan, «la Administración debe dotarse de las herramientas legales necesarias que permitan velar por la adecuada conservación de la totalidad de las colecciones, así como asegurar el acceso y disfrute público de las mismas, extremos que pueden garantizarse, a día de hoy, únicamente mediante la protección de la misma al amparo de la Ley de Patrimonio Cultural».
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