Secciones
Servicios
Destacamos
DIEGO MEDRANO
GIJÓN.
Domingo, 22 de julio 2018, 02:39
Els Joglars protagonizó en el Teatro Jovellanos de Gijón una obra de amplias resonancias coyunturales, presentes, inmediatas: 'Zenit. La realidad a su medida'. El debate es el de los medios de comunicación escritos: desde que empezaron con una pluma o cincel a los tiempos actuales de las nuevas tecnologías. El discurso, aún en plena sátira, con el viaje para muchos de la necesidad de transmitir información al negocio del entretenimiento, fortalece y enaltece la presencia de los medios de comunicación escritos en plena democracia y libertad. Ética, moral, avidez y glotonería de masas, noticias falsas... no embarra los marcos del debate sino que despeja el horizonte hacia el que un periodismo responsable e indiscutiblemente ligado a la mejora de las libertades y calidad de vida de sus informantes tiende desde los límites presentes.
El desarrollo diario de un periódico de nombre 'Zenit' es la parte sustancial del argumento de la obra que llenó el patio de butacas aunque dejó espacios libres en la parte alta. Los entresijos de sus oficinas, el día a día de sus periodistas, amistades y obligaciones de sus proletarios, la ética del oficio, la voracidad consumista y la importancia de la jerarquía salen a escena. La compañía teatral cumple 55 años y ha querido celebrarlo con un compañero, la prensa, que les ha visto crecer desde los inicios y cuyo cambio de parámetros es radical en los tiempos que corren, debido en parte a la irrupción de las nuevas tecnologías. Cambio de paradigma del cuarto poder y la vida intrépida de su protagonista, Martín, un profesional envejecido y alcoholizado, que reivindica un periodismo de mayor tiempo y dinero, mientras que su directora, Beatriz, ajusta los pocos recursos disponibles. El debate es si lo importante es la noticia o todo aquello que hace entretenido leerla. El dramatismo es hilaridad en las partes sustanciales de la obra que se desarrolla en una escenografía conceptual en negro que deja que el espectador imagine, siempre con la impagable compañía de la música clásica.
El bueno, viejo y eterno arte del buen periódico frente a la inmediatez de los medios digitales. El arte de la buena letra para todos en contra de las noticias efímeras. El debate siempre vivo de la opinión y si la de todos vale por igual en estos tiempos. Els Joglars une periodismo y democracia en una obra que no deja indiferente y donde la metáfora es siempre pregunta, donde la reflexión es sugestión. La función concluye con una explosión de bolsas de basura que lo dice todo. Y con ella, el público gijonés, entregado y feliz, obsequió a la compañía con una ovación de lujo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.