«En esta pandemia comemos más aperitivos por hambre emocional»
Beatriz Robles Experta en seguridad alimentaria ·
«Si estamos picoteando más, no debemos castigarnos», recomienda esta nutricionista, que ayer inauguró FIMPBeatriz Robles Experta en seguridad alimentaria ·
«Si estamos picoteando más, no debemos castigarnos», recomienda esta nutricionista, que ayer inauguró FIMPazahara villacorta
Sábado, 28 de noviembre 2020, 01:49
Publicidad
Los huevos y la leche no deben colocarse nunca en la puerta de la nevera pese a la recomendación de los fabricantes «porque es donde hay más variaciones de temperatura que pueden favorecer que crezcan microorganismos». Nada de tener la pasta y el arroz ... refrigeramos más de 24 horas y menos aún lo de quitar el moho de la fruta pasada y comerse el resto. Beatriz Robles (León, 1981), licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, divulgadora alimentaria, docente del grado de Nutrición en la Universidad Isabel I y autora del libro 'Come seguro comiendo de todo' (Planeta)fue una de las ponentes que ayer inauguraron la séptima edición de la feria de las nuevas tecnologías y la innovación, FIMP, organizada por Cuicui Studios en colaboración con ELCOMERCIO. La cita 'online', que puede seguirse en directo a través del canal digital de este diario y de la web del evento, continuará hoy con una jornada donde, entre otras muchas cosas, especialistas en distintos campos analizan cómo nos está afectando la pandemia.
–Si hablamos de higiene alimentaria, al menos con la covid nos lavamos más las manos...
–Sí. Fundamental. Y, además, nos entró el miedo de si se podía transmitir a través de los alimentos, así que empezamos a lavar mejor frutas y verduras.
–Algo que, según sostiene, habría que hacer siempre.
–Así es. Si las vamos a comer crudas y con piel, deberíamos lavarlas y desinfectarlas con una cucharadita de lejía apta para desinfección del agua destinada a ser bebida. En cambio, respecto a los envases, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria nos ha dicho que sí los podemos lavar con agua y jabón, pero que no los desinfectemos con lejía, porque hay algunos que son porosos y podría llegar al producto.
–Hablando de envases:carga contra las frutas cortadas por la mitad como sandías, piñas o melones envueltas en papel film.
–Es un error si se dejan a temperatura ambiente, que es lo que encontramos en muchos supermercados. Es un problema porque la fruta viene contaminada y, al cortarla, esos microorganismos pueden pasar a su interior.
Publicidad
–¿Cuáles son nuestros grandes errores en la cocina?
–Muchos tienen que ver con la temperatura. Muchas veces no respetamos la cadena de frío, tardamos mucho en meter los alimentos al frigo cuando venimos del supermercado... Y, a veces, cuando cocinamos, no los calentamos suficientemente. Por ejemplo, los restos o una pieza gruesa de carne. Ydeberíamos calentarlos siempre por encima de los setenta grados. Tampoco se debe dejar enfriar la comida cocinada a temperatura ambiente antes de meterla en la nevera durante mucho tiempo.
–Recomienda que tiremos la bayeta y el estropajo de la cocina cada semana, porque tienen más gérmenes que el WC, y usar tres tablas de cortar de plástico.
–Sí. Lo mejor es tener una para los vegetales, otra para el pescado y otra para la carne para evitar la contaminación cruzada. Y, en el caso de estropajos y bayetas, son materiales mojados, que tienen restos de alimentos, a temperatura ambiente... y lo ideal sería cambiarlos una vez a la semana o, si no, desinfectarlos, bien hirviéndolos, bien sumergiéndolos en agua con un poco de lejía.
Publicidad
–¿Hay algo que no coma una experta en seguridad alimentaria?
–Por ejemplo, me niego a comer cosas elaboradas con leche cruda. Eso, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria. Porque, desde el punto de vista de la nutrición, hay muchísimas cosas más. Por ejemplo, un bollo relleno de chocolate es seguro, pero no es saludable.
–Así que no entra en su carrito.
–No. Porque, si entra, me lo como. Entonces, para evitar la tentación, es mejor no comprarlo.
–¿Lo de leer correctamente las etiquetas es una ciencia solo reservada a iniciados?
Publicidad
–Efectivamente, estamos bastante perdidos. Es más:el etiquetado está pensado para que compremos el producto, para destacar lo que más le interesa al productor. Se está depositando en el consumidor la responsabilidad de tener casi un máster en legislación alimentaria para poder entenderlo y eso no puede ser.
–Hay quien ve en el sistema Nutriscore, esa especie de semáforo que vemos en el frontal de los envases, la solución.
–A algunos nutricionistas no nos gusta mucho porque tiene fallos y califica con buena nota a algunos productos que no deberían tenerla. Por ejemplo, unos cereales que tienen veinticinco gramos de azúcares.
Publicidad
–Se acerca la Navidad. ¿Chupar o no chupar las cabezas de las gambas?
–Es verdad que el año pasado nos volvimos todos locos pensando que no íbamos a poder chupar las gambas nunca más, pero si comemos gambas dos veces al año no va a pasar nada. Estaremos más expuestos al cadmio, pero no va a ser peligroso. Tenemos que ponerlo todo en contexto, ver nuestra dieta en general y preocuparnos mucho más de las cosas cotidianas que ingerimos.
–¿Por ejemplo?
–Todas esas cosas que comemos sabiendo que son malas:cereales azucarados, postres lácteos, bollería, la galleta, la copita de vino porque nos han dicho que es muy buena para la salud cardiovascular y es mentira...
Noticia Patrocinada
–Pues siento decirle que en este año pandémico se ha disparado el consumo de aperitivos y cerveza.
–Eso es porque, por una parte, tenemos la idea de que comer saludable es muy aburrido. De que es comer brócoli al vapor y una triste pechuga de pavo. Y no es verdad:tenemos muchísimas opciones. Lo que no tenemos es preparación o imaginación para hacer recetas que a veces llevan dos minutos. Y, además, tenemos muchísimos buenos procesados que nos resuelven una comida entera. Por ejemplo, las legumbres cocinadas. Olas conservas de mejillones, sardinas, atún... Aunque tampoco atún todos los días, por el mercurio. Y, por otra parte, volviendo a los aperitivos, muchas veces los comemos por hambre emocional, porque en situaciones de tensión, aburrimiento y estrés nos volcamos en la comida, pero no porque tengamos hambre real.
–¿Qué hacemos entonces?
–No agobiarnos. Si en esta temporada estamos picoteando más de lo normal, hay que aceptarlo y no castigarnos, que ya bastante tensión tenemos encima.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.