Paco Cao y Andrea Messina, en el proyecto realizado en San Pietro in Montorio, en el templete de Bramante. Archivo: Tutti gli Ismi o Quasi

Paco Cao se multiplica en Roma

El artista asturiano tiene en la capital italiana la exposición 'Libro morto', el proyecto 'Injertos' y acaba de grabar una performance en la Academia de España

M. F. Antuña

Gijón

Domingo, 14 de mayo 2023

La mente inquieta y creativa del artista asturiano Paco Cao no para y está en los últimos tiempos multiplicándose, hibridándose y expandiéndose por Roma, donde tiene en marcha diversos proyectos. Y uno de ellos, con génesis asturiana, que ha emigrado del Botánico de Gijón ... a nada menos que el Palazzo Barberini.

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Se trata de 'Injertos', que fue concebido por encargo de Laboral Centro de Arte para hacerse real en el Botánico de Gijón, pero fue rechazado por su directora, según explica el artista. «'Injertos' es un ejercicio botánico enraizado en la relación dialéctica que se establece entre la historia, los procesos migratorios y el impacto de la acción humana en el universo vegetal», introduce el polifacético creador, que lo que ha buscado es ahondar de una manera real, simbólica y artística en el mestizaje de las culturas. «Se trataba de elegir una planta que identifique la ciudad de Roma y tres que identifiquen las comunidades extranjeras con más presencia en la ciudad, y hacer injertos de esas tres en las plantas locales», revela. Y eso ha hecho, jugando con la botánica, la historia, la mitología y la realidad del hoy, uniendo higueras y vides y meciendo así en el mismo arte a los italianos con las comunidades rumana, filipina y bangladeshí. Son tres los espacios donde esos injertos son ya realidad y no son cualquier lugar: el jardín histórico del céntrico Palacio Barberini, el Museo Pietro Canonica que alberga Villa Borghese y el Parque Arqueológico de Ostia Antica, el puerto de llegada a la antigua Roma.

El jardín histórico del Palazzo Barberini es uno de los espacios que acoge el proyecto 'Injertos'.

Bajo los auspicios de la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo se lleva a cabo este proyecto en el que los árboles elegidos para representar a la ciudad son la higuera y la vid. «Estas dos últimas semanas hemos procedido a realizar los injertos correspondientes con las especies que representan a las tres comunidades migrantes más numerosas en Roma: Rumanía (Vid Victoria), Filipinas (Ficus Benjamina) y Bangladesh (Ficus Elastica)», revela Cao.

Todo el proceso está siendo fotografiando y grabado e incluye también entrevistas, como las realizadas a los directores del Parque Arqueológico de Ostia Antica, Alessandro d'Alessio, y del Museo Canonica, Costantino D'Orazio, así como con Federica Maria Papi, curator de los Museos Capitolinos, y Francesca Cappelletti, directora de la Galleria Borghese.

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Pero es que, por si fuera poco, Cao inauguró el pasado 4 de mayo la exposición 'Libro morto', que documenta mediante fotografías la perfomance realizada en Vila Giulia, en el Museo Nacional Etrusco, que se filmó en el jardín de las ninfas del magnífico edificio renacentista, en la que se ejecuta un libro y de la que ya se presentó un cortometraje. Se podrá visitar hasta julio.

«En Roma me quieren mucho, Roma me trata muy bien», anota el creador asturiano, inmerso en proyectos que coinciden en el espacio y en el tiempo. Este viernes 12 realizó una obra nueva, titulada 'Tutti gli ismi o quasi', en el templete de Bramante en San Pietro in Montorio, es decir, en la Academia de España en Roma. 'Todos los ismos o casi' es la traducción al castellano de este proyecto en el que Cao ha hecho una recopilación de 1.200 palabras acabadas en ismo. «A partir de ahí, empezamos a trabajar con efectos sonoros y música», apunta. Mistiscismo, fascismo, comunismo son algunas de las palabras que se unieron en una improvisación que fue filmada a lo largo de todo el día de experimentación en ese hermoso lugar histórico. «Experimentamos recitando las palabras, utilizando fragmentos de textos de Santa Teresa, de manifiestos feministas, voces del futurismo, de todos los ismos en general». Hay sonidos que imitan al gallinero de Gómez de la Serna, intervenciones sonoras de otros artistas y músicas que van de discos de los 70 al dance electrónico, una mezcla loca ejecutada por sus maestros de ceremonias, Paco Cao y el músico Andrea Messina, vestidos con ropa de época del siglo XVI. La performance se grabó con el ánimo de editarla después y darle forma audiovisual.

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