Nostalgia e ilusión en el circo más teatral

Es el circo de siempre llevado al hoy y al teatro. Es elegante, visualmente impecable, musicalmente hermoso, pero no deja de ser el más difícil todavía con sus acrobacias y sus números imposibles. Es también una historia, hay una dramaturgia, un relato contado con mimo, ... en 'Circlassica. El sueño de Miliki', el espectáculo que en la tarde de ayer llegó al Teatro de la Laboral para quedarse hasta el domingo. Hay seis oportunidades más de disfrutar de este show que deleita por igual a niños y mayores y esa es su gran virtud. Decía Emilio Aragón, el director artístico de este espectáculo que rinde tributo a su padre y abre gira nacional en Gijón tras su estreno a finales del pasado año en Madrid, que si algo le enorgullece es poder sentar en el patio de butacas a padres, hijos y abuelos y ver a todos pasarlo pipa. Y ese milagro se obra porque apela a unos y otros de diferentes maneras. Porque los peques tienen oportunidad de descubrir un universo apabullante y sorprendente y los mayores, de recordar el pasado, de rememorar a aquellos payasos de la tele que aún perviven con sus canciones en la memoria de varias generaciones. Al final, todos contentos y felices.