Víctor Manuel: «Canto mejor que hace años, son cosas de la edad»

Desde entonces, siempre hubo aplausos y cariño, en los escenarios y en las calles, y ahora toca revivirlos, al replicar estos días el concierto 'Vivir para cantarlo', que dio en 1999 en el Palacio de los Deportes. «El año pasado estábamos por Levante y, a la hora de comer, nos juntamos en el hotel. Llegó entonces mi ingeniero de sonido y venía hablando maravillas del disco que acababa de escuchar en el coche», explicaba Víctor Manuel. Ese álbum al que se refería era el que se grabó aquella noche en Asturias. «Yo no había vuelto a escucharlo, así que me lo puse y me pareció que estaba muy bien», confesaba. Con esas, Víctor Manuel empezó a mover su hilos para resucitar aquel disco del olvido. «A la semana siguiente, ya estaba poniendo las cosas en marcha y ahora estamos aquí dispuestos a repetirlo», prometía.

La esencia va a ser, por supuesto, la misma que hace veintitrés años: «Quiero conservarla e introducir algunas nuevas canciones», explicaba. «La columna vertebral sigue siendo la misma con canciones tradicionales de Asturias y otras que yo seleccioné porque orquestalmente suenan muy bien», explicaba.

Cantará otra vez temas como 'Solo pienso en ti' y 'Paxarinos', pero en una versión mejorada. «Me parece que canto mejor ahora. Son cosas de la edad, que aprendes a no cansarte y a no desgastarte».

Y las cosas son aún más maravillosas cuando, junto a él, se reparten por el escenario la OSPA y el coro de la Fundación Princesa de Asturias. «Cantar con los elementos que yo voy a tener es un lujo», indicaba. Y, para adaptarse a ellos, busca canciones que puedan sonar bien en ese formato. «Nunca se me ocurriría cantar 'La planta 14' con la OSPA».

Para él es «un milagro» juntarse otra vez con ellos después de veintitrés años porque «mucha gente de mi edad ya está retirada, pero yo no, porque lo que a mí me mueve son las ganas de hacer cosas, de escribir canciones y de meterme en terrenos en los que no me metí antes».

Así que nadie se piense que este recital es una manera de decir adiós. «Me preguntan mucho que si lo voy a dejar y no, esto no es una despedida», se reía. «Yo siento que hay que dejarlo cuando la gente ya no va a verte o cuando físicamente estás hecho un desastre y te tienes que ir a casa a tomar sopines», bromeaba. No es su caso: «Yo siento que todavía me aprecian y tienen ganas de verme».

Hay otro colega suyo que con algunos años más, tiene 78, deja las tablas. «Juanito (Serrat) ya dijo en navidades que lo dejaba y a mí me da mucha pena», decía. «Aunque no me lo diga, supongo que se va a arrepentir íntimamente, pero este no es de los que toman una decisión y se echan para atrás, no. Este tiene mucha vergüenza torera».

Y hablando de las grandes voces españolas, que ya van sumando bastantes años -como Joaquín Sabina, Raphael, Serrat y él mismo- Víctor Manuel reflexionaba sobre el futuro musical: «El otro día asistí a una conversación entre dos cantantes muy jóvenes españoles, que acababan de cantar 'La Puerta de Alcalá' con Ana y conmigo y se preguntaban si dentro de 37 años alguien cantaría sus canciones». «Yo no lo sé, pero creo que es improbable. Siempre quedan cosas de cada generación, pero ahora las canciones duran menos que antes, que podían estar años sonando en la radio», proseguía. «Ahora todo pasa muy rápido» y no le gusta. Por eso, en su afán de hacer algo duradero, resucitará aquellos temas, aunque, en verdad, nunca se olvidaron. Los temas de Víctor Manuel, Vítor (como él se identifica), son himnos y «no puede haber nadie en el mundo tan feliz» como él, que los canta y los ha vuelto inmortales.