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El público que acudió al Teatro de la Laboral a disfrutar de Taburete. DAMIÁN ARIENZA

Taburete contagia su energía a la Laboral

El grupo madrileño cautivó al teatro que cantó y bailó, desde las butacas, cada una de las canciones en un concierto con 580 espectadores

ANA RANERA

GIJÓN.

Sábado, 10 de abril 2021, 03:27

La tarde de ayer, en el Teatro de la Laboral, más que de concierto fue de romería o, mejor dicho, de una de esas 'jodas' de las que tanto habla Taburete en sus canciones. El grupo madrileño se subió al escenario y ya ... empezaron los gritos, que no se silenciaron en toda la velada. A las siete y media de la tarde comenzó una fiesta en la que sus muchos fans llenaron -todo lo que las circunstancias permiten- el coliseo gijonés. En total, unas 580 personas, lo que convierte este concierto en el que más público concitó en Gijón desde los llenos del verano pasado en la plaza de toros.

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Había ganas de música en directo, de eso no cabe duda, porque la entrega fue total desde la primera melodía hasta la última. El grupo llegaba con su cuarto álbum bajo el brazo, 'La broma infinita', y, pese a la novedad de estos temas, ahí estuvieron sus fieles seguidores para hacerles los coros en cada una de las canciones. Precisamente, con una de esas abrieron la velada, 'El último baile de Dunas Mitchell', a la que la siguió 'Belerofón' y un contundente 'Puxa Asturias'.

Del Principado se fueron a 'México D. F.', tras lo que Willy Bárcenas agradeció al público su entrega: «Qué maravilla ver esta energía después de tanto tiempo sin venir a la tierrina, no nos queremos ni imaginar cómo va a ser esto cuando nos dejen escupirnos en la cara». Arrancó entonces 'El rey del contrabando' y la siguió 'El fin', antes de que '2018: odisea en el espacio', 'Salto al vacío' y 'Ella' pusieran algo de calma a una velada de móviles en alto y ovaciones constantes.

'Calçots y mangos' devolvió una energía a sus fans que se sosegó con 'John Ford', aunque poco duró la paz, porque en 'Madame Ayahuasca' y 'Entre tus piernas' les costó a sus admiradores reprimir los saltos. Con 'Mariposas' y 'Walter Palmeras' volvieron a sus inicios y el público los bailó como si no hubiera mañana, lo mismo que hicieron, brazos en alto, con 'Abierto en vena' y 'Brindo'.

Se hizo entonces el silencio, tras el que Willy, a solas, cantó emocionado 'Mamá' y, sin detenerse, 'Sirenas' terminó de desatar la euforia entre el público. No solo recordó a su madre, también tuvo palabras para su padre que está de permiso penitenciario: «He tenido una semana muy feliz después de mucho tiempo, así que esta va para los míos» y entonó 'Amos del piano bar', 'Caminito al motel' y 'La vida es un carnaval'. Más de uno se dejó la garganta.

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