Ver 61 fotos

La espectacular puesta en escena de Scorpions en su actual gira mundial que les traerá el 21 de julio a Gijón como cabeza de cartel del Tsunami Festival: decenas de focos motorizados y pantallas de vídeo de alta definición. FOTOS: J. L. BORT

Scorpions: cuarenta años no es casi nada

La veterana banda de hard rock 'aguijonea' Valencia en el inicio de una gira española que les trae a Gijón

JJ Medina

Enviado especial a Valencia

Sábado, 13 de julio 2024, 02:00

Ya puede decir el tango de Gardel misa: veinte años es un mogollón y cuarenta... Por eso sorprende la capacidad de convocatoria y la buena forma de una banda como Scorpions, con seis decenios de historia a sus espaldas y que en este 2024 ... celebra el cuadragésimo aniversario de su disco más exitoso, 'Love at the first sting'. Para ello se han embarcado en una gira mundial que estos días hace escala en España y que llegará el próximo 21 de julio a Gijón, donde Scorpions oficiará como cabeza de cartel conjunta del Tsunami Festival y Gijón Life. Una cabeza de cartel de lujo, a juzgar por lo visto el pasado jueves en Valencia: EL COMERCIO asistía al show inaugural en nuestro país, en el auditorio Marina Sur. Entradas prácticamente agotadas y muchas ganas de escuchar algunos de los principales clásicos del hard rock más comercial y accesible.

Publicidad

A las ocho y media de la tarde, aún con el público entrando en el recinto ubicado en pleno puerto de Valencia, abría el fuego la banda telonera. Phil Campbell And The Bastard Sons, quinteto liderado por el antiguo guitarrista de Motörhead, cumplió como conejillo de indias de las verdaderas estrellas de la noche (les pusieron el volumen al 50% de su máxima potencia). A las diez menos veinte, Klaus Meine aparecía en escena entonando el suave inicio de 'Coming home'. Por supuesto, uno de los temas del álbum a celebrar, mientras los cientos de focos motorizados y las pantallas de vídeo de altísima definición empezaban a mostrar de lo que eran capaces. Instantes después, seguían al cantante Matthias Jabs (guitarra), Rudolf Schenker (guitarra), Paweł Mąciwoda (bajo) y Mikkey Dee (batería) y el rock de alto voltaje reclamaba todo el protagonismo.

Lo mismo que la veteranía es un grado para lo bueno (sonido fastuoso y de una limpieza poco habitual para el género, presencia escénica ultraprofesional), los años de que hablábamos al principio motivan algún que otro lapsus («¡We love you, Sevilla!», gritó Meine para perplejidad de los presentes, que acto seguido le devolvían a la realidad: «¡Valencia!») y obligan a tomar precauciones. Por eso el cantante y centro principal de atención, tocado con su característica boina y con mucha más voz que movilidad, se toma pronto un descanso y tras cuatro temas, incluida una vibrante 'The zoo', con espectacular empleo del 'talk box' por el guitarrista Matthias Jabs, deja todo el protagonismo a este, que vuelve a hacer alarde de virtuosismo en el instrumental 'Coast to coast'. Luego, 'I'm leaving you', otro clásico de 'Love at the first sting', 'Crossfire', 'Bad boys running wild'... Rock duro, cercano por momentos al pop (Scorpions juegan en una liga similar a la de Bon Jovi, más que en la de AC/DC o Metallica), ideal para ser coreado de forma masiva. Los primeros momentos relajados de la noche llegaban al filo de las diez y media, con las baladas 'Send me an angel' y la muy especial 'Wind of change', no sólo por el célebre silbido de Meine, sino por las ansias de cambio de régimen que el cantante descubrió en una gira por la Unión Soviética a finales de los ochenta. Una época en que era difícil imaginar lo de Putin y Ucrania.

Vuelta a la energía con 'Tease me please me' y 'The same thrill' que preludian el inevitable solo de batería de todo grupo de rock duro que se precie. Y Mikkey Dee no defrauda a lo largo de diez minutos de alardes con el doble bombo y los timbales. Todo el mundo de lo más noqueado.

Publicidad

Vuelve a escena todo el grupo para otro clásico, 'Blackout', en el que la sorpresa la da Rudolf Schenker: no contento con hacer exhibición durante todo el show de su colección de Gibsons Flying V, a la de esta canción le acopla una especie de tubo de escape, que no para de echar humo durante toda su ejecución. A continuación, 'Big city nights' y a saludar, porque 'nos vamos'.

Pero todo el mundo sabía que no iba en serio: faltaban los dos temazos, esos que convierten a Scorpions en una de esas bandas que en un momento dado superan los estándares con dos canciones que todo el mundo recuerda y se sabe: especiamente la primera, 'Still loving you', un baladón que da buena fue de que la mayor parte de grupos de hard hacen extraordinarias canciones lentas. Meine no tuvo que emplearse a fondo: la mayor parte la canta el público. 'Rock you like a hurricane' pone la guinda rockera a un pastel que, si bien no dura demasiado (algo más de hora y media), parece dejar a todo el mundo contento. Se puede comprobar en Gijón la próxima semana.

Publicidad

Público en negro para un show de lo más colorista

No había duda con el género. El negro era el color predominante en el 'look' de las miles de personas que el pasado jueves llenaron el Auditorio Marina Sur de Valencia, fieles a una liturgia, la del hard rock, que tiene en este su color emblemático. Un color muy español, por cierto. Tampoco había duda con la edad: la mayoría de los que en torno a las ocho de la tarde se agolpaban a las puertas del recinto o habían superado el medio siglo o andaban cerca de hacerlo. Eso sí, había también muchos grupos donde a la veteranía generalizada se unían 'teenagers', que uno suponía hijos interesados en compartir delirio musical con sus progenitores. Muchas camisetas de Scorpions (también de Metallica, AC/DC o Guns&Roses), algunas de giras de los años noventa.

El grupo, sin embargo, no hizo mucho honor al negro, salvo por el atuendo del cantante. Sus compañeros, de rojo o amarillo chillones, a juego con un colorista montaje luminotécnico siempre preciso y muy bien diseñado. No es lo de Taylor Swift, claro, pero el vídeo de alta definición cuenta con detalles bastante espectaculares, como un fondo de altavoces que se mueven al son de la música o una bonita máquina tragaperras en la que el gran premio es, claro está, Scorpions.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad