Eurovisión se ha envuelto en los últimos años en distintas polémicas. Este año le ha tocado a los representantes de Italia, que consiguieron la victoria final gracias al televoto. El grupo Måneskin era el favorito y cumplió con todos los pronóstico. Eso sí, no sin sufrimiento, como demuestra lo apretado que resultó la votación final, en donde Suiza y Francia estuvieron hasta el final optando por el triunfo.
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Los representantes italianos están en el punto de mira después de unos movimientos sospechosos del líder de la formación, Damiano David. En algunos vídeos se aprecia como inclina su cuerpo hasta rozar la cara con la mesa, donde hay varias botellas que impiden apreciar lo que hay encima de ella. Algunos espectadores apreciaron que podía haber esnifado una raya de cocaína.
En las redes sociales llovieron los comentarios sobre un supuesto consumo de cocaína justo en el momento en el que le enfocaban las cámaras. Las críticas obligaron al grupo a desmentir los hechos. «No uso drogas», aseguró el cantante al término del certamen. Justificó su acción por la rotura de una copa por parte de su compañero Thomas justo en ese instante.
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En su Instagram, la formación añadió que estaban «muy en contra de las drogas» y que «nunca han utilizado cocaína». De hecho se ofrecieron voluntarios para hacer unas pruebas para descartar el positivo.
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