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Cientos de personas abarrotaron el recinto ferial gijonés para disfrutar del concierto de los donostiarras.

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Cientos de personas abarrotaron el recinto ferial gijonés para disfrutar del concierto de los donostiarras. FOTOS: PALOMA UCHA

La Oreja de Van Gogh arrolla en Gijón

Los donostiarras entusiasman a sus fans con todo el papel vendido en un concierto que acalló el rumor sobre la vuelta de Amaia Montero

Miércoles, 3 de julio 2024, 02:00

El festival Metrópoli vivió ayer otra de sus grandes noches con miles de personas disfrutando del concierto que ofreció La Oreja de Van Gogh en el escenario central. La banda donostiarra, espoleada durante los últimos días con la noticia, finalmente desmentida, del posible regreso de su primera vocalista Amaia Montero, pero sobre todo por el gancho de su larga trayectoria de éxitos, logró en su regreso a Gijón colgar el cartel de entradas agotadas y mostrar en el recinto ferial Luis Adaro la fuerza con la que se baten en sus directos ante un público entregado de principio a fin.

Con Leire Martínez a la cabeza, defendiendo su liderazgo indiscutible como front woman y poderosa cantante, arropada en la cresta de la ola enérgica por sus compañeros de siempre: Pablo Benegas, a las guitarras; Álvaro Fuentes, en el bajo; Xabi San Martín, a los teclados; y Hariz Garde, en la batería, derrocharon todo su saber hacer sobre las tablas para regalar a sus incondicionales una velada mágica a base de combinar clásicos imprescindibles con grandes temas de sus últimos discos.

Sin un centímetro libre en todo el aforo los de Donosti arrancaron la fiesta con su clásico 'Cúidate', despertando el delirio colectivo. Y tras el «Muchas gracias Gijón», otro hit de la Oreja: 'El último vals', coreado por la multitud, como iban a serlo todos los éxitos que irían disparando a lo largo de la noche. La fiesta ya estaba hecha, pero, a continuación, un punteo de guitarra de Benegas lo hizo todavía más evidente. Así daría paso a 'Desde el puerto', y una pausa repleta de murmullos entusiastas a 'Diciembre'. Breve respiro antes de otro hit insustituible, 'Inmortal', con el estribillo rompiendo todas las gargantas. Y así, de la infinitud del amor parecía inevitable el viaje directo a 'París'. Así empalmarían con 'El primer día del resto de mi vida' y un largo paseo por lo mejor de su repertorio, inagotable como los ánimos de la fervorosa legión de seguidores que gozaron una noche absolutamente vangoghera.

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