Nacho Vegas: «Tras la gira anterior tuve una especie de depresión posparto»

-La primera es obligada ¿cuál es el formato que veremos mañana?

-Pues será algo conocido, algo que ya he probado pero que no hemos hecho por aquí, estaré con Manu Molina (batería y percusiones), Joseba Irazoki (guitarra) y una delegación del Coru Al Altu la Lleva, y la verdad es que aprovecharemos para hacer un repertorio que se adapte al formato, o más bien aprovecharemos este formato, y el lugar y el tono del concierto para tocar canciones que no tenían cabida en la gira con toda la banda y espacios más grandes, o sea que será un concierto bastante diferente

-Está en un momento de transición entre lo que han sido tus últimos diez o doce años y lo que está por venir. ¿Cómo lleva esa encrucijada?

-Bueno, la verdad es que tras la Gira Violética tuve una especie de depresión posparto. Creo que es normal, fueron muchos años en los que construímos no solo unos lazos artísticos y profesionales sino personales, y estos siguen y van a seguir estando ahí, pero es una sensación extraña comenzar a planear cosas y saber que no vas a contar con la gente con la que contabas. Para eso ha sido muy importante Manu Molina, para no tener la sensación de vacío, lleva conmigo desde el principio y saber que iba a estar él me ha ayudado mucho a la hora de afrontar esta momento, también Joseba, claro, y bueno, los músicos con los que vamos hablando, que ahora es lo que toca, hablar mucho de música con gente nueva. Yo siempre he concebido la banda como algo orgánico y no como una extensión de lo que a mi se me ocurriera, así que hemos de sentar las bases de qué es lo que nos gusta, lo que queremos hacer y cómo queremos hacerlo y ver si somos compatibles. Con todo, tras esa depresión posparto que decía sentí cierto bloqueo creativo, que ahora, revisando notas y tal, veo que no fue tanto, porque en realidad mucho de lo que fui esbozando entonces está creciendo ahora.

-¿Debería haber girado más Violética?

-Seguramente sí, pero el formato que nos planteamos era muy ambicioso, tanto el propio disco como el directo, y no era fácil moverlo, en todo caso está demasiado cerca como para poder valorarlo en frío, y desde luego las canciones de ese disco seguirán sonando en los conciertos.

-¿Hay ya un siguiente paso?

-Sí, estamos preparando un disco que sirva de puente entre Marxophone y Oso Polita (su antiguo sello y el nuevo), uno que incluirá tanto canciones que estuvieron en epés como en caras B, en ediciones especiales de los discos, o incluso en trabajos colectivos, o que no se llevaron a grabar, y un inédito que precisamente es la primera que ha nacido en esta nueva etapa.

-¿Y un atisbo de cuál será la nueva dirección en lo musical?

-No sabría decir nada en concreto, pero sí que la idea es seguir con un ojo puesto en la tradición y otro en las vanguardias (aunque no me gusta nada este concepto), no perder de vista la raíz pero tampoco hasta donde puedes llevarla, algo que por ejemplo hacen Rodrigo Cuevas, María Arnal y Marcel Bagés o el propio Hans Laguna (uno de los músicos que ya ha colaborado con Nacho y volverá a hacerlo en esta nueva etapa), esto en cuanto al modo de vestir las canciones, porque al fin y al cabo soy un cantautor con banda, o en una banda, pero salir van a salir de donde siempre, de la intimidad, de las entrañas.

-Nunca ha escondido su compromiso político y estamos en días convulsos. ¿Sigue manteniendo la esperanza? ¿Queda algo del 'Cómo hacer crack' hoy en día?

-Por supuesto, por supuesto que tengo esperanzas, es cierto que la cosa está complicada, o muy jodida, pero el pesimismo es contrarrevolucionario, la verdad es que yo no estoy tanto en lo institucional como en el activismo, sobre todo el activismo a pie de calle y cultural, y ahí siempre voy a estar.