Karavana

«Ahora, digas lo que digas, alguien se ofende»

-Estamos muy agradecidos de que se haya vendido todo en Gijón, ha quedado un festival muy guay. Tenemos muchas ganas de la primavera porque nos apetece sacar material nuevo y sentimos que las cosas cada vez van mejor. Queremos tocar al aire libre y disfrutar de los festivales.

-Ustedes, antes que compañeros, son un grupo de amigos, ¿componen las canciones todos juntos?

-Precisamente porque somos amigos, todos nos involucramos al mismo nivel. Trabajamos todas las ideas hasta el fin y, aunque algunas se queden fuera, otras se quedan dentro. También es verdad que el hecho de llevar juntos toda la vida y habernos peleado más entre nosotros que con nuestros padres hace que las discusiones no tengan ninguna importancia. Lo entendemos como algo normal dentro del proceso creativo. Al final, acaban saliendo cosas que molan.

-¿Por qué dicen eso de que son guitarras sucias y letras cursis?

-Somos un grupo que hacemos las cosas porque sí. Cuando nos hicimos el perfil de Spotify, nos obligaban a poner una descripción y vimos las que tenía la gente, muy curradas y nos dio mucha pereza. Nosotros queríamos algo sencillo y directo y, aunque no seamos exactamente eso, nos pareció una descripción bastante acertada.

-De hecho, más que cutres, son críticos, ¿es insoportable componer canciones en estos tiempos en los que la sociedad tiene la piel tan fina?

-Es bastante insoportable tener que tener cuidado todo el tiempo con todo para no cagarla. Si viesen cómo nos hablamos entre nosotros… No tenemos ningún pelo en la lengua. Ahora, digas lo que digas, alguien se ofende. Es la hipocresía de 'viva la libertad de expresión', pero luego todo me jode.

-¿Ustedes que música escuchaban como amigos de adolescentes y qué escuchan ahora?

-Yo he crecido escuchando Los Beatles, Los Rolling, clásicos... Luego, ya empezamos a aprender más de música y empezamos con The Strokes, The Killers… Eso ya fue siendo un poco más adultos y por ganas de aprender de gente que hace cosas que molan mucho.

-¿Nada de reguetón y trap?

-Sí, yo me gozo el reguetón a muerte. Hay canciones que me parecen temazos y, cuando lo ponen de fiesta, lo disfruto como un niño chico. Al final, la música es música y se disfruta.

-Se lo pregunto porque hicieron una versión de 'Tití me preguntó', de Bad Bunny…

-Fue el tema más controvertido entre nosotros de los que hemos sacado. Nos parecía una canción divertida, pero tampoco queríamos darle mucho bombo. En un concierto en Madrid, se nos ocurrió hacer una versión y nos la empezaron a pedir y decidimos grabarla, pero nunca estuvimos 100% convencidos de sacarla porque no queremos ser el grupo que hace versiones. Lo hicimos por diversión.

-¿Qué tienen entre manos ahora?

-No sé cuándo sacaremos cosas nuevas, pero estamos metidos ya en el estudio y muy centrados en componer. Están saliendo cosas muy guays y pronto habrá alguna noticia buena.