PABLO A. MARÍN ESTRADA
GIJÓN.
Viernes, 21 de agosto 2020
En un verano fatídico para la música y ayuno de fiestas, la banda gijonesa Los Testigos se lanzará al ruedo de la plaza de toros el próximo sábado, día 29, con un espectáculo apto para todos aquellos que quieran olvidarse durante un buen ... rato de los negros nubarrones que campan por el planeta y disfrutar de los temas memorables de dos iconos: nada menos que Raphael y Julio Iglesias. El vocalista y 'frontman' del grupo, Kike Dembinsky, se meterá en la piel de ambos, acompañado por Daniel Rodríguez a la guitarra, Serio Kauso en el bajo y Pelayo Pastor a la batería, en una actuación irrepetible que contará también con la presencia de la cantante María González Fornos.
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La diversión y la emoción están aseguradas como en todos los conciertos de este conjunto especializado en versiones, que para su cita en Metrópoli City han querido recuperar un show estrenado hace tres años, con variaciones y en el que prometen «una fiesta tranquila, debido a las medidas de seguridad impuestas por la pandemia, pero que será un duelo lleno de humor de los más grandes primeros espadas de nuestra música. Ya que no ha habido feria de Begoña, hemos visto apropiado traer a la arena de El Bibio a estas dos auténticas figuras. Lo titulamos 'Cara a cara', pero en está ocasión será un 'mano a mano', por seguir con el símil taurino», explica Pelayo Pastor.
El humor será el elemento conductor de este duelo de titanes, «porque ambos, con sus enormes personalidades, su puesta en escena, su leyenda, se prestan a la parodia, pero musicalmente los respetamos muchísimo. Aunque todos vengamos del pop y del rock, somos muy fans de Raphael, que ahora está ya muy bien visto en esas esferas, y megafans de Julio Iglesias, del que estoy seguro tendrá pronto su propio revival desde la modernidad, que a él le pasó de lado», detalla el músico.
Con el camaleónico Kike Dembinsky totalmente inmerso en el pellejo y la singularidad interpretativa de Julio y Raphael, el principal reto al que se enfrentaron Los Testigos fue «el poder defender con un power trío (guitarra, bajo, batería) unas canciones tremendamente orquestadas, con cuerdas, metales, teclados, sintetizadores. Ha sido un largo trabajo de desmontar cada tema para volver a montarlo con ese formato y que sonase, pero disfrutamos tocándolo y viendo que el público también lo hace, entregándose totalmente».
La interacción con los espectadores -clave en este como en cada espectáculo de la banda- estará muy limitada por las condiciones de seguridad y, por ello, su batería admite: «Estamos expectantes a ver cómo va a ser la reacción de la gente, porque solemos decir que nosotros somos la excusa para que la gente baile, se toque, se encuentre con sus amigos, y esa parte de confraternización, lógicamente, no la va a haber».
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Será una contrariedad más de este verano que a Los Testigos y a todos los músicos les está «haciendo la pascua. Nosotros, que tocamos en fiestas, solo hemos tenido otro bolo en una terraza de Llanes y ahora mismo deberíamos estar tocando en la fiesta de San Pedrín de la Cueva», revela Pastor. Festejo garantizado lo habrá en ese duelo entre Julio y Raphael: «Ellos harán el exorcismo para olvidar estos meses que hemos vivido y el público pasará un buen rato», anuncia. Para no perdérselo.
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