«Era John quien quería el divorcio»

A quienes pensaban que había sido McCartney el culpable de que se disolviera la banda, el cantante y compositor británico aclara: «Yo no instigué la división. Ese era nuestro Johnny». A unos cuantos meses de cumplir 80 años, manifestó que hace medio siglo su intención era que el grupo continuara con su andadura, porque, después de solo ocho años juntos y tras su éxito sin precedentes, todavía estaba creando «cosas bastante buenas».

Puede que haya tardado en explayarse, pero lo ha hecho con ganas: «Esta era mi banda, este era mi trabajo, esta era mi vida, así que quería que continuara», resaltó, dejando poco lugar a dudas y tachando aquella época de «el periodo más difícil» de su vida.

Muchos soñarán, a partir de estas palabras, con lo que pudo haber sido y no fue. Porque, según revela ahora McCartney, si Lennon no hubiera renunciado la trayectoria de la banda de Liverpool habría sido «mucho más larga». Ay, los condicionales. «Podría haber sido. El punto era que John estaba haciendo una nueva vida con Yoko. John siempre había querido separarse de la sociedad, porque fue criado por su tía Mimi, que era bastante represiva, por lo que siempre buscaba liberarse», detalló aportando una novedad: la de culpar a dos mujeres ajenas a la formación y no a una -como hasta ahora había sido la norma- de la separación de un grupo compuesto por cuatro hombres adultos. Misterios.

El artista también hace durante sus declaraciones referencia a las acusaciones que le señalaban por haber estropeado la banda al pedir a los abogados que resolvieran sus disputas y a quienes le reprochan que, a preguntas de un periodista, respondiese que los Beatles ya no existían, dinamitando cualquier tipo de arreglo. «Tuve que vivir con eso porque eso era lo que veía la gente. Todo lo que pude hacer es decir que no», se lamenta el veterano artista.

Respecto a la decisión de continuar su carrera en solitario, McCartney se pone serio: «Detente ahí, no soy la persona que instigó la división. Oh, no, no, no. John entró en una habitación un día y dijo que se iba de los Beatles». Y el resto se quedó «para recoger los pedazos». Parece que Paul ya no quiere dejarlo estar.