«Dylan, baja ho, que tenemos caldo»

Pocas veces se tiene a pocos metros de tu local a alguien tan importante como Bob Dylan. Eso debieron pensar los responsables de la sidrería Canteli, cuyas puertas dan a la estrecha calle por la que el músico, que actúa este domingo en el Palacio ... de Deportes de Gijón a las nueve de la noche, entró embozado y a toda prisa al Hotel Moderne, donde se aloja desde la pasada madrugada. Desde que hiciese su entrada hacia las tres de la mañana, han sido muchos los fans que se acercaron a la zona a ver si le veían, pero por ahora el de Minnesota prefiere la comodidad de su alojamiento a las bulliciosas calles gijonesas. Sí se ha visto salir a uno de sus músicos, el multinstrumentista Donnie Herron, y a algunos miembros de su equipo, pero nada del discretísimo autor de 'Like a rolling stone'. Y como en Asturias, y sobre todo en Gijón, de coña marinera no anda nadie escaso, ni cortos ni perezosos, usando un mantel de papel, en la cristalera de la sidrería colgaron mirando hacia fuera un cartel invitando a Dylan a bajar y tomarse algo. «Dylan, baja ho, que tenemos caldo», reza el letrero. La broma ya había empezado por la mañana, porque también habían colgado en sus redes sociales una entrada en la que decían, en broma, que el cantante había estado allí tomando un caldo ya por la mañana, con la consiguiente riestra de mensajes en respuesta y alguna que otra llamada recibida en la que les preguntaban si era verdad. Mientras, por los alrededores del hotel, siguen pasando curiosos que miran hacia arriba con la esperanza de verle asomarse, al menos, a una de las ventanas, y apostados en la zona, siguen varios cazautógrafos. Dylan está en Gijón, pero por ahora, poco se deja ver.