Pablo Senator | Cantante y compositor
«Lo fácil hubiera sido intentar conservar a la mayor parte de fans de Desakato»Pablo Senator | Cantante y compositor
«Lo fácil hubiera sido intentar conservar a la mayor parte de fans de Desakato»Pablo Senator hasta hace poco era Pablo Desakato, cerebro de una banda que durante dos décadas fue referente y heredera de una estirpe rockera. Su gira de despedida terminó con el Wizink lleno y ahora Senator publica su primer disco en solitario, 'La mano en ... el fuego', (Altafonte, 2024).
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Es uno de los movimientos más audaces de los últimos tiempos, casi comparable (por el giro musical) a cuando Bunbury dejó Héroes del Silencio y lanzó su 'Radical Sonora'. El disco de diez temas, de los que ya se conocían cuatro adelantos, es excelente y es perfecto para tiempos de dudas en un mundo que arde. Está producido por Manuel Cabezalí y Víctor Cabezuelo y masterizado por Robin Smith (Pixies, The Black Keys…). Nos encontramos con Pablo en Gijón, al lado de un mar que crece como un gigante.
–El disco es curioso porque es más pop, pero tiene tintes dramáticos y suena con mucha fuerza. ¿Empezó a componerlo mientras estaba todavía en Desakato o cuando la banda ya se separa?
–Empecé cuando aún estaba con la banda en activo y aún no habíamos tomado ni siquiera la decisión de dejarlo. Me interesan muchas cosas técnicas de la electrónica e hice un amago de acercamiento a ese estilo. Me salió horrible. Pero cuando compuse la canción 'Motorizados', ahí me di cuenta de que tenía un camino. Escuchaba a The Nacional, descubrí a los argentinos Ėl Mató a un Policía Motorizado, a Wilco…
–¿Qué pensaba hacer con todas esas canciones en aquel momento?
–Pensaba convencer a mis hermanos de Senador, que era mi banda paralela en plan 'stoner', (aunque no se prodigaban en directo, cuentan con un EP y un LP) o montar otra banda nueva. También había compuesto una serie de canciones en la onda punk Biznaga o La Élite, pero lo cierto es que tardé mucho en saber qué quería hacer porque, lógicamente, no quería grabar nada que se pareciera a Desakato sino algo valiente y arriesgado.
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–Y la verdad es que lo es.
–No quería que la gente pensara que hago esto por dinero porque, aunque parezca lo contrario, es menos comercial que lo que hacía con Desakato. Deseaba mucho que a la gente le sorprendiera. Y me hubiera dado mucha vergüenza sacar un Desakato descafeinado…Sin mi hermano...Sin ellos…
–Ha lanzado cuatro vídeos. Y todos ellos se ve que están muy cuidados.
–En Desakato quizá no le daba esa importancia porque ya teníamos una marca muy clara, pero con esto tenía que contarlo desde cero. Lo hice con Ingrave, ya le había conocido cuando él era un crío y vino al estudio. Es muy importante rodearse de gente joven y talentosa porque, al fin y al cabo, estamos en otra edad y estar a la última no es fácil, nuestros referentes culturales son otros.
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–Los textos son muy diferentes. ¿Necesitaba pasar de ser observador social a ser narrador de sí mismo?
–Fue una cuestión de la época en la que estaba viviendo. Pasé por una ruptura sentimental muy bestia que fue casi a la vez que la separación de la banda. Dos rupturas que cambiaron mi vida por completo. Fue volver otra vez a nacer de los escombros. Tenía muchas cosas que contar y, cuando las escucho, aún me da cierto pudor. Busco que cada estrofa me emocione, que cada frase, al menos para mí, sea inmejorable. Además, me gustan mucho las rimas y eso encorseta mucho…
–No lo ha producido usted, pero suena espectacular. ¿Cómo trabaja un productor como usted con otros productores?
–Podría haberlo grabado en mi estudio y, de hecho, a nivel de marketing me hubiera venido muy bien porque también me dedico a grabar (Pablo es el responsable de los ya emblemáticos estudios OVNI). Se produjo una unión increíble y ellos llevaron las canciones a terrenos que yo no hubiera sabido llegar. Llevo muchos años circunscrito al rock, grabando muros de guitarra y aquí hay muchas partes más vacías, algo que antes me costaba más.
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–Necesito que hable de la banda, suena de lujo.
–A Manuel Cabezalí (guitarra) y Víctor Cabezuelo, de Rufus T. Firefly, al teclado, casi no hace alta presentarlos. Tenemos a Silvia Fernández (Girls to the Front) al bajo y es la puta ama. Toca, canta y tiene una presencia en el escenario que apabulla. Fue ella quien después de rechazar hacer una gira con el artista español que más tickets vende, me propuso sumarse a este proyecto. A la batería está Adri 'Cheriff', es el mejor músico al que yo he grabado…¡Qué sonido tiene!
–El título de este trabajo es 'La mano en el fuego'. ¿Por quién o por qué pondría la mano en el fuego?
–El título es por el riesgo, lo fácil hubiera sido intentar conservar a la mayor parte de fans de la banda, pero lo cierto es que pondría la mano en el fuego por este disco.
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