El corazón de los Rolling pide pausa

El corazón de Mick Jagger ha obligado a los Rolling Stones a tomarse un respiro. El cantante británico tendrá que ser sometido a una operación cardíaca durante esta semana en la que se sustituirá una de las válvulas de su corazón, una intervención que ha forzado al grupo a aplazar la parte norteamericana de su gira 'No filter'. «Estoy desolado por tener que posponer la gira, pero me esforzaré mucho para volver al escenario tan pronto como sea posible. Una vez más, enormes disculpas para todo el mundo», escribió el propio Jagger en sus perfiles de redes sociales.

El líder de Sus Satánicas Majestades poco o nada tiene que ver con el joven que en 1962 se puso al frente de una de las bandas que han cambiado la historia de la música. Las biografías publicadas sobre su figura, autorizadas o apócrifas, señalan que, al igual que el resto de miembros del grupo, hizo bueno el lema 'sexo, drogas y rock and roll'. Aunque, en su caso particular, prefirió centrarse más en el sexo que en las drogas. A sus 75 años Jagger tiene 8 hijos fruto de cinco relaciones, cinco nietos y un bisnieto.

Durante los últimos años, de hecho, Mick Jagger se cuida, y mucho: practica varios tipos de deporte, lleva una estricta dieta, no prueba las drogas ni el alcohol y la cosmética ha pasado a ser parte habitual de su vida. Todo para poder subirse a un escenario y ofrecer sus tradicionales descargas de adrenalina para disfrute de todo su público, que asiste estupefacto a sus exhibiciones físicas de horas. Gijón fue testigo de su fuerza cuando, en 1995, acudió junto a su banda a tocar en El Molinón, un concierto que formó parte de su gira 'Voodoo lounge'. Si la víspera de la actuación el grupo cenó en el palacete del conde de Revillagigedo de Deva junto a lo más granado de la sociedad asturiana, el día de autos se le pudo ver en el restaurante La Pondala comiendo sopa, carne guisada y un vaso de vino.

Todo lo contrario que su alter ego en los Rolling, Keith Richards, a quien el propio Jagger ha definido en varias ocasiones como un adicto a diferentes sustancias con quien es muy difícil salir de gira. Pero, hasta uno de los guitarristas que más ha castigado su cuerpo en la historia del rock ha sabido dar un respiro a su físico para mejorar su salud. En una entrevista reciente señaló que ya no toma drogas y que ha limitado enormemente la ingesta de alcohol. «Ya no desayuno con heroína ni con alcohol. Eso ya terminó», confesaba a 'El País'.

Todo el cuidado al que se ha sometido Jagger en las últimas décadas no ha evitado que su corazón haya acabado por pedir un respiro. El problema en una de las válvulas de su corazón le mantendrá semanas fuera de los escenarios, aunque fuentes próximas a las banda esperan que esté recuperado para los meses de verano y pueda cumplir con sus seguidores.

Y es que, tras finalizar a finales del año pasado la parte europea de la gira 'No Filter', iniciada el 9 de septiembre de 2017, los Rolling Stones se disponían a realizar entre abril y junio la segunda fase con 17 conciertos previstos en EE UU y Canadá. Los seguidores de Sus Satánicas Majestades tendrán que esperar a que el corazón de Mick Jagger se recupere para volver a disfrutar de una de las bandas más importantes de la historia del rock.