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Maialen Gurbindo es mucho más conocida como Chica Sobresalto. Este pseudónimo la está llevando a llenar salas y a desnudar sus emociones en las canciones de su disco 'Oráculo' y en su libro, 'El arte de ser mediocre'. Esta noche da un concierto en ... la Sala Acapulco de Gijón, a las 21 horas.
–¿Por qué se lanzó a la literatura?
–Realmente no tenía ninguna intención de sacar un libro en ningún momento de mi vida, pero tenía esta idea escrita desde hacía cosa de año y medio, estaba dándole vueltas a esta idea del arte de ser mediocre. Y ya la última vez que me llamaron y me lo propusieron, dije que sí porque quería hacer apología de eso mismo.
–Se llama a sí misma mediocre en el libro y dice que es autodestructiva, ¿cómo se enfrenta a hablar de algo tan íntimo y tan delicado?
–Lo que me parece difícil es vivirlo. Hablar de ello no me parece tan difícil porque siempre lo hago con bastante distancia. Lo que me parece difícil es luego levantarme conmigo misma cada día, que me tengo una manía...
–Usted dice que compartir las cargas hace que pesen la mitad, ¿de alguna manera escribir el libro la ha ayudado a llevarse mejor consigo misma?
–No sé si a llevarme mejor, pero sí a darme cuenta de que no me interesa tanto saber cómo soy. No pasa nada si nunca descubro cómo soy realmente.
–Y en cuanto a la música, ¿cómo se enfrenta a conciertos tan emocionales?
–Quedándome después de los conciertos como si hubiera corrido una maratón. Es increíble. Tengo la suerte de que tengo un equipo de gente que trabaja como si fueran 27 y yo me puedo permitir después del bolo, tener un momento para respirar. Es muy intenso, pero me encanta.
–¿No hay días en los que cueste subirse al escenario porque duela?
–Creo que no. Últimamente me está resultando bastante sanador, está siendo increíble.
–¿Qué significa para usted dentro de su carrera este último disco, 'Oráculo'?
–Creo que artísticamente es un punto al que no pensaba que fuera capaz de llegar. No pensaba que fuera a poder escribir canciones desde ese lugar sin perder esa parte más visceral, es un combo bastante guay.
–Da la sensación de que ha conseguido que la gente se olvide de su paso por 'Operación Triunfo', ¿siente que ya no la conocen por el pasado?
–Sí, no creo que nadie después de cuatro años siga viniendo a los conciertos porque yo haya estado en 'OT'. Así que estoy muy contenta y bastante positiva para lo negativa que soy siempre.
–¿Trabaja en nuevas canciones mientras está de gira o está volcada en los conciertos?
–Ojalá pudiera tener tiempo para volcarme solo en los conciertos, pero entre semana hago un millón de cosas más, trabajo de lunes a lunes y, cada vez que tengo un poco de tiempo libre, compongo, aunque no quiero hacer un disco porque quiero ser más libre.
–Habla de trabajar de lunes a lunes, ¿tenemos que quitar el romanticismo a la carrera de los artistas?
–Sí, de hecho, hay muchas veces que, pese a estar llenando la sala, el dinero da para lo que da y tenemos que trabajar muy duro. Muchas veces dormimos lejos de las ciudades en las que tocamos por dinero, o sea que, aunque llenes la sala, es mucha caña.
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