Secciones
Servicios
Destacamos
MIGUEL ROJO
GIJÓN.
Jueves, 22 de abril 2021, 01:55
Se apagó la voz de la gran dama de la tonada. Diamantina Rodríguez, una de las máximas exponentes de la canción popular asturiana del siglo XX, referencia absoluta de las voces femeninas de la asturianada y pionera del género, falleció en la noche ... del martes a los 100 años, en la residencia de mayores de Noreña donde vivía. Nacida en Villaxime, en Quirós, el 14 de septiembre de 1920, aunque mierense de adopción, comenzó a escuchar asturianadas por la afición que profesaban algunos de sus familiares y, gracias a un gramófono, la voz de Obdulia Álvarez 'La Busdonga' se convirtió pronto en su referente y fuente de inspiración, como ella lo sería a su vez de todas las voces femeninas posteriores que buscaron en ella guía a la hora de acercarse a la tonada.
Con doce años conoció a su futuro marido, Argimiro Fernández, que era gaitero y con quien empezó a tocar en las fiestas, acompañándolo con una pandereta. Se casarán en 1936, antes de que él participara en la Guerra Civil. En 1939, con la guerra ya finalizada, se traslada con él a San Nicolás (Soto Ribera). Es allí donde Diamantina comienza a darse a conocer como cantante de tonada.
En 1948 participará por primera vez en el concurso de canción del diario 'Región', quedando en una meritoria segunda posición. El concurso, que acabaría ganando, le sirvió, además de para darse a conocer dentro del mundo de la tonada para entablar relación con José Menéndez Carreño 'Cuchichi', que participaba como miembro del jurado y se convertiría en su maestro.
Se asentará definitivamente en Mieres en 1950, concejo que la tiene incluida entre sus vecinos ilustres. Y aunque nacida en Quirós, tenía sitio en su corazón para ambos municipios, que ayer pensaban ya en futuros homenajes y lamentaban, como el asturianismo y la cultura de la región, la muerte de Diamantina. «Era quirosana y siempre llevaba el nombre de nuestro concejo por donde iba», explicaban desde el Ayuntamiento de Quirós. «Estaba muy unida a Mieres», apuntaba el edil de Cultura mierense, Juan Ponte. «Representaba el puente de conexión entre las grandes figuras de la tonada de principios del siglo XX con las nuevas artistas surgidas a finales de la misma centuria, grandes voces que han tenido en Diamantina a un referente indiscutible; era una maestra», añadía. Por lo pronto, el primer reconocimiento en Mieres se realizará colocando una gran lona en la Casa de Cultura en recuerdo de la cantante fallecida. «Hoy nos vestimos de luto para llorar su pérdida», decía José María Montes, presidente de la Asociación de Intérpretes de la Canción Asturiana (AICA), quien la calificó como «posiblemente, la mejor cantante de tonada del siglo XX».
Porque actuación tras actuación, Diamantina fue ganando fama y recorrió toda Asturias, la mayoría de los centros asturianos españoles y multitud de fiestas y teatros por toda España. Su primer disco, 'Gaita y voz', fue en 1969 y el segundo, de 1971, está dedicado al cancionero de Eduardo Martínez Torner, que estaba en el exilio. Toda una muestra de rebeldía en tiempos difíciles. Después llegarían 'La verde Asturias', 'Canciones Asturianas' y otros títulos tan recordados como 'A las madres de los mineros', ya en los años 80. En 2002 recibió la Medalla de Plata de Asturias, concedida por el Principado, como reconocimiento a su trayectoria artística y su contribución a la recuperación del patrimonio musical.
En los últimos años seguía manteniendo su sentido del humor y su amor a la canción en la residencia de ancianos de Noreña donde vivía y donde organizaba sesiones musicales para el resto de los residentes. Genio y figura, Diamantina Rodríguez se ha ganado un sitio en la historia de la música asturiana.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.