Cristina Gestido y su conjunto, durante el concierto que ofrecieron ayer en el museo gijonés. FOTOS: PALOMA UCHA

Pop de cámara para oídos sin prejuicios

Cristina Gestido y su conjunto pusieron el broche a los conciertos navideños del Evaristo Valle En 'Intersección Orbital', una formación clásica interpreta grandes temas contemporáneos, toda una delicia de recital

PABLO A. MARÍN ESTRADA

GIJÓN.

Sábado, 4 de enero 2020, 00:03

Los límites entre la música culta y la popular resultan difusos cuando los prejuicios no interfieren en la escucha atenta. Así ha sido siempre a lo largo del tiempo y de esa intuición felizmente comprobable nace el proyecto 'Intersección Orbital' con el que lleva ... girando desde 2016 la violista asturiana Cristina Gestido. Con esa propuesta quiso ayer la Fundación Evaristo Valle poner el broche de oro a su ciclo navideño de conciertos, un recital que contó con la presencia de la alcaldesa de Gijón, Ana González, y el aplauso del público. Grandes temas del pop y del rock -además de otros de propia cosecha- interpretados por una formación de cámara fue la fórmula que sonó en la Quinta de Somió como anticipado regalo de Reyes para quienes acudieron a la cita en la sede del museo dedicado al universal pintor gijonés.

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La intérprete ovetense se acompañó de un solvente conjunto formado por los músicos de la OSPA Fernando Zorita y Claudio Vásquez al violín, Steve Wright a la viola y José Longo al chelo, además del pianista Mario Bernardo.

Al frente, como vocalista de este sexteto pop de cámara e instrumentista de viola y guitarra, la propia Gestido, autora también de los arreglos orquestales. El resultado: un recital que cumpliría a la perfección el objetivo esencial del proyecto 'Intersección Orbital' de mostrar la calidad compositiva de la música popular de nuestro tiempo a través de las formas clásicas y de acercar éstas a un público más amplio. Y un buen ejemplo de que sus distintas tesituras beben de la misma magia e idéntica emoción.

Como prueba de que el pop y la música de cámara llevan décadas enlazando sus dedos abrieron el concierto con 'For other eyes', una hermosa balada que Elvis Costello grabó en su día con el Cuarteto Brodsky, un conjunto británico que también tocó con figuras como Paul McCartney o Björk.

De seguido, otra señal acreditada de ese maridaje, 'Alabama Song', el tema que popularizaron The Doors extraído de una ópera de Kurt Weill y en la que la voz de Gestido validó el camino andado por el original hacia la canción que recordamos en el singular timbre de Jim Morrison. Y de los Doors a otro icono pop: el mismísimo James Bond, para cuya banda sonora compuso John Barry un tema que interpretaría Nancy Sinatra: 'You only live twice'. Cristina Gestido cambió después la viola por la guitarra para afrontar otro tema de reminiscencias cinematográficas, el 'Happy together' de The Turtles, seguido de más hechizo sesentero con una breve y delicada versión del hit de Billy Whiters: 'Ain't no sunshine when she's gone', antes de atacar un temazo de los Beatles que ya buscó en su origen puentes entre lo pop y lo sinfónico: 'Eleanor Rigby'.

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Sin soltar la guitarra, Gestido mostraría su faceta de cantautora con varios temas propios como 'Ya no soy la misma de ayer', y el siguiente invitado a la fiesta sería Neil Young y su tema 'Harvest Moon'.

Hubo más tarde nueva sorpresa de impronta funk con 'Higher Ground' de Steve Wonder. El ambiente de baile estaba creado ya para atreverse a escuchar y disfrutar un hit de las pistas discotequeras de los setenta, el 'Gimme, gimme, gimme' de ABBA, verdadero antídoto para los oídos con prejuicios.

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Luego, tras otro tema propio ('Ahora sé'), con idéntica frescura sonarían 'Ironic', de Alanis Morissette, y 'Enmanuelle', una primicia del álbum de Gestido que verá la luz en unos meses producido por Jorge Martínez (Ilegales).

La viola volvería a las manos de la ovetense para embarcarnos en una maravillosa versión -entre el jazz y la orquestina de café bohemio- de su 'Englishman in New York'. Y otra perla de resonancias viajeras, en este caso espaciales, con 'Life on Mars' de David Bowie.

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Quedaba aún una despedida con versiones dignas de perdurar en la memoria de quien las oyó: 'Another brick in the Wall', de Pink Floyd (y con ella el recuerdo de Gestido de que aún quedan muchos muros por derribar). Y el cierre dorado llegó con uno de los astros del rock que mejor supo buscar los puentes entre lo clásico y lo actual: Freedy Mercury y la 'Bohemian Rhapsody' de Queen.

Una delicia de concierto para estrenar década con buen pie que aún tendría la propina del 'All you need is love'.

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