Álvaro de Luna, un idilio con Poniente

Ángel Stanich es mucho Ángel Stanich, aunque viva escondido bajo esa inconfundible mata de pelo que anoche se revolvía a golpe de brincos y de ráfagas de viento, durante su concierto en la plaza Mayor. Su actuación fue una oda al rock alternativo, que levantó los ánimos y las manos de los centenares de personas que lo escuchaban, lo admiraban y lo disfrutaban canción tras canción.

El artista demostró mucha fuerza y mucho carácter en este reencuentro con el público, después de varias semanas de baja por culpa de un cuadro de ansiedad. Fue un regreso por todo lo alto que le sirvió para ir dejando atrás el pozo e ir acercándose con mucho ritmo a las alturas, y «hasta l'Angliru», como le gusta decir a él.

Su furia de rock and roll sirvió además para romper el hielo de una noche que más tarde se dejó llevar por el romanticismo de Álvaro de Luna en Poniente. El artista madrileño está viviendo el mejor momento de su carrera y, por ello, miles de personas, especialmente jóvenes, se dieron cita en las inmediaciones de la playa y se dejaron la garganta para cantar éxitos como 'Portarse mal', 'Sinsinati', 'Juramento eterno de sal'y 'Olvidé olvidarte'.

Su actuación fue un éxito absoluto y estuvo arropada por los vítores y los aplausos de quienes contaban los minutos para escuchar su canción más conocida, 'Todo contigo'. Era la más esperada de una noche que fue un idilio entre el cantante y los gijoneses porque De Luna aseguró amar Asturias, una tierra de la que «en los últimos meses no salgo» y hasta los menos fans sucumbieron a ese estribillo que suena constantemente en la radio y que empieza con un «tú me has devuelto las ganas». Es casi imposible no seguirlo.

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