Ainhoa Arteta: «Salgo al escenario y no tengo nada que ver con la que era antes, soy muy afortunada»

–¿Cómo va a ser este recital?

–Es un recital muy especial. La primera parte es música clásica española y obviamente, cuando un recital se hace con este tipo de música, se le une la poesía. Para mí es el néctar de mi profesión, esta faceta es la más exigente y además la que más me llena, incluso más que la ópera porque estamos hablando de grandísimos poetas musicados por grandísimos compositores. En una ópera tienes un libreto, pero en los recitales de canción española tienes poemas musicados y eso eleva la música, se conjugan dos artes y eso hace que las melodías sean todavía más elevadas. Llevo 35 años de carrera y siempre he compaginado la ópera y el mundo del recital, con lo cual me considero recitalista igual que cantante lírica y creo que a mí el recital me ha ayudado muchísimo incluso a hacer ópera. En la lírica tienes un personaje, pero en el recital tienes que aprender a entrar y a salir y eso es como una galaxia con muchos planetas porque cada canción es completamente distinta a la anterior, cada canción es un mundo.

–¿Y la segunda parte?

–Van a ser temas de Navidad conocidos, algunos menos conocidos, pero con un programa relacionado con las fechas en las que estamos, que a la vez será un programa purista.

–Va a estar acompañada por el pianista Javier Carmena, con quien ya estuvo en Gijón, ¿es un gran aliado sobre el escenario?

–Sin ninguna duda. Llevo ya años trabajando con él y es que, además de pianista es cantante y, al ser cantante, respira como respiramos los cantantes. Esta complicidad es muy importante.

–Usted pasó por problemas de salud muy complicados. Ahora, cuando se ve de nuevo encima del escenario, ¿lo disfruta de una manera diferente, más especial?

–Por supuesto. Hace tres años estuve en una situación en la que casi muero y luego, por una cuestión de la operación, me hicieron daño en la cuerda derecha y verdaderamente ha sido un proceso de dos años para poderme recuperar. Ha sido una recuperación larga e intensa y al final, cuando me he visto completamente repuesta y encima estoy viva, pues salgo al escenario y no tengo nada que ver con la que era antes. Me siento afortunadísima, me ha tocado la lotería y además la pedrea porque encima puedo seguir cantando. Yo antes me divertía en el escenario y ahora me divierto con conciencia. Soy consciente de la suerte que tengo de poder seguir disfrutando y de hacer disfrutar al público. Al haber estado dos años sin estar a gusto en el escenario, ahora siento que he dejado muchos conciertos pendientes y salgo con muchísimas ganas y es un auténtico regalo.

–¿Qué proyectos tiene ahora por delante?

–Tengo muchísimos recitales. De alguna manera, la gente estaba un poco reticente al principio, pero ahora ya que llevo casi un año haciendo recitales y estoy muy bien, sí que empiezan a salir proyectos. No quiero hacer muchas óperas, pero sí quiero seguir en el mundo de la ópera, aunque de una manera más selectiva. El mundo del concierto y del recital me permite conciliar la vida profesional y la familiar, mientras que la ópera te implica estar dos meses de ensayo, así que para hacerla, tiene que ser algo que de verdad me compense. Como máximo haré dos o tres óperas al año y tengo la suerte de poderlas elegir.

–¿Volverá a la ópera de Oviedo?

–Una de las plazas que para mí es muy importante y que quiero mucho es Oviedo. Espero poder volver al Teatro Campoamor a encontrarme con mi público porque guardo muy buenos recuerdos de él, tuve muy buenos éxitos y el público sé que me quiere mucho. Sé que mi carrera no va a ser hasta los ochenta años, me quedarán diez años por delante y me haría mucha ilusión volver a subirme a ese escenario asturiano.