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El 20 de julio de 1997 en el Palacio de Deportes de Gijón.
Las tres noches memorables de B. B. King

Las tres noches memorables de B. B. King

Actuó en 1987 en un accidentado concierto en Gijón, adonde volvió en 1997 con Raimundo Amador. En 1986 tocó en el Campoamor

Andrés Presedo

Sábado, 16 de mayo 2015, 00:11

«En directo sonaba a heavy metal. Fue un concierto redondo y memorable». Boby, de Pronorte, tuvo, como él reconoce ahora, el privilegio de sonorizar los dos conciertos que B. B. King ofreció en Gijón, en los veranos de 1987 y 1997. El primero de ellos no se puede decir que empezara con buen pie. Estaba programado para celebrarse en la plaza de toros de El Bibio, con una presencia de público más que considerable, y los responsables de los festejos municipales se vieron obligados a suspender la venta de entradas a causa de la lluvia. Por entonces, no había otro recinto disponible que el destartalado teatro de la Universidad Laboral y su lógica limitación de localidades.

Empezó con lluvia y tormenta, pero acabó siendo un espectáculo para el recuerdo. B. B. King salió al escenario acompañado por su banda, compuesta por batería, bajo, otra guitarra, teclados y cuatro metales, además de él mismo, siempre con su eterna Lucille como compañera. Boby recuerda ahora que «éramos muy jóvenes, por entonces, y empezábamos a trabajar en aquel tipo de sonorizaciones. Les dijimos que si estaban dispuestos para la prueba. Nada de eso. Los ajustes se llevaban a cabo en dos canciones. Todo salió perfecto y el público estuvo de pie desde la primera canción hasta que acabó el sexto o séptimo bis». El propietario de Pronorte reconoce que habla como técnico, pero también como fan de el rey del blues, porque «aprendí a tocar la guitarra rayando vinilos de B. B. King» y por ello se sorprendió de la fuerza del sonido que se desprendía del escenario.

Pero B. B. King, además, era un hombre amable y accesible, como lo recuerda Miguel Rodríguez Acebedo, por entonces responsable de la programación musical del Ayuntamiento de Gijón, junto con el concejal Daniel Gutiérrez Granda. «Recuerdo que repartía pins con las banderas de España y de los Estados Unidos, y otros de su guitarra Lucille, siempre de una forma muy cercana». Hasta las púas estaban personalizadas y eran elemento de colección obligada para sus seguidores. La guitarra de B. B. King, como siempre una Gibson, modelo ES-335, sonó en Gijón el 16 de julio de 1987, en el teatro de la Universidad Laboral, y el 20 de julio de 1997 en el Palacio de Deportes, en esta ocasión compartiendo cartel con Raimundo Amador. Antes lo había hecho en el Festival de Jazz de Oviedo, el 4 de noviembre de 1986. Actuó en el Teatro Campoamor el día antes que Mile Davis. Casi nada. El rey del blues fue uno de los primeros en abrir la estela de los conciertos de las primeras figuras internacionales de Gijón. Luego vinieron, entre otros, Joe Cocker, Tina Turner... pero esa ya es otra historia.

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