'Desconcerto', el espectáculo de este lunes de Feten en el Teatro Jovellanos. juan carlos tuero

Cuando la música es mágica y maestra

El público del Teatro Jovellanos disfrutó con el 'Desconcerto' Y el Antiguo Instituto aplaudió el cancionero de Teatro de Malta

M. F. Antuña

Gijón

Lunes, 14 de febrero 2022, 21:59

La música y las artes escénicas siempre han ido de la mano, se han demostrado un cóctel sabroso que funciona independientemente de las dosis de cada ingrediente que se busque agitar. La Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten) ha sido testigo ... además de cómo se abría el abanico, de cómo todas las músicas encontraban hueco y acomodo sobre el escenario e iban adquiriendo cada vez mayor protagonismo. Este lunes había dos espectáculos programados con las partituras sobre el atril y tablas: unas tradicionales, otras clásicas.

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Teatro de Malta llegó desde Albacete con 'Al calor del cancionero', un espectáculo que rescata los sonidos más puros que acompañaban la vida cotidiana de nuestros abuelos. Marta Torres es la directora de este montaje, que responde a su deseo de trabajar con el cancionero tradicional. «Me preocupa mucho que todo se ha uniformando, los juegos, la música, y aquí hemos querido interpretar las canciones con sus sonidos originales». Pandereta, pandero, sartén, cedazo, legumbres como garbanzos y habichuelas para hacer percusión, castañuelas, cucharas y la botella de anís salieron a escena con ánimo divulgativo, educativo, revelador de otro tiempo no tan lejano en el que cada música tenía su aquel y sobre todo estaba vinculada a la fiesta. Para la compañía ha sido una investigación llena de descubrimientos, para los críos, un disfrute y la posibilidad de saber algo más sobre todas esas canciones que aún hoy resuenan a lo largo y ancho de todo el país. Porque si bien es cierto que cada territorio tiene su cancionero, al final los temas conducen a la misma raíz, son los mismos.

La música, clásica en este caso, también sonó durante la tarde en el Jovellanos, de la mano de Orthemis Orchestra, una compañía catalana que ha convertido los violines, las violas, los violonchelos y los contrabajos en un grandísimo divertimento. Después del éxito de 'Concerto a Tempo d'Humore', 'Desconcerto' es la propuesta musical que dirige Jordi Purtí y en la que suenan Mozart, Massenet, Vivaldi, Rossini, Khachaturian, Strauss y Bizet. Son trece músicos y, entre ellos, el violinista David Sanmartí. «Para nosotros, a nivel técnico, es muy difícil ejecutar la obra, porque tienes que dividir el cerebro en dos para hacer música de calidad, y transmitir al público con teatro gestual y activo», relata el músico. El esfuerzo previo para lograrlo es amplio, pero luego el resultado es magnífico: «El toque de una orquesta clásica al uso, con el toque del cachondeo, de hacer reír, funciona muy bien, a los críos les encanta y les divierte».

Y esa es la fórmula mágica para abrir la música clásica a todos. Porque a veces da miedo por razones diversas: «Lo que más pesa es que el público de hoy en día necesita más estímulos que la propia música, vivimos en un mundo sobreestimulado en el que estar quieto disfrutando solo de la música es imposible». Dicho esto, sí es posible, porque la calidad de las obras es innegable, y siempre hay algo al gusto del consumidor de cada momento. Pero -sostiene Sanmartí- no se invierte lo suficiente en hacer llegar este tipo de música, que una vez descubierta, entusiasma. Ellos tienen claro que el público que se deja embelesar por lo que proponen se engancha. Basta verles y disfrutarles como este lunes hizo el público del Jovellanos. Y repite y reincide: «Después de vernos, la gente escucha más música y eso hace que se puedan interesar en tocar un instrumento», anota. Su valor educativo es inmenso.

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