Algunas de las obras que pueden verse en 'El juego de la pintura'. Juan carlos tuero

El museo Barjola homenajea a Mabel Lavandera con una exposición «ecléctica y sarcástica»

«Estos retratos me han acompañado durante la pandemia», destacó la artista que firma como Ñata en las páginas de EL COMERCIO desde 1990

lucía lópez pérez

Jueves, 1 de septiembre 2022, 22:12

«Una exposición retrospectiva de trabajos que abarcan bastantes años». Esto es lo que el público que acuda a la tercera planta del Barjola va a encontrarse hasta el 16 de octubre, en palabras de la propia artista, Mabel Lavandera, quien desde 1990 firma sus ... ilustraciones en EL COMERCIO como Ñata. Un nombre siempre asociado «al proyecto de Arturo Arias, que es el guionista de las viñetas. Por eso yo firmo con pseudónimo», explica ella misma, que siempre ha aportado un talento puro y libre. El mismo que llena hoy el museo.

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Su exposición, 'El juego de la pintura' -que denomina como «ecléctica»- plantea un recorrido a lo largo de su comprometida, original y espontánea trayectoria artística. «Yo siempre he hecho series», contaba ayer la artista en la rueda de prensa previa a la inauguración de la muestra. Unas series que, junto al comisario Santiago Martínez, se ha encargado de ordenar por conjuntos de colores -«El color es vida y da vida»-. Y que gracias a «los soportes superficie, que descubrí en el momento en el que realicé el retrato para la jubilación de Don Pío, párroco de Somió durante 50 años, en el 2017 o 2016», se permite que las obras respiren y no parezcan tan abrumadoras. De igual forma, la exhibición se humaniza con distintas obras que Lavandera fue haciendo durante el confinamiento. «Son pequeños retratos con fotografías que me gustaba hacer. Son amigos, personas queridas y cercanas». Junto a estas dos series, «la de los juguetes» y «la suite del calderín» completan la exposición, que contiene un noventa por ciento de creaciones inéditas.

Ana González, Lydia Santamarina, Luis Antonio Alías, Mabel Lavandera y Santiago Martínez, durante el acto.

Santiago Martínez, comisario de la exposición, define 'El juego de la pintura' como «una retrospectiva de una obra bastante variada, porque se mueve entre la abstracción y la figuración. Esa es una de las cualidades o virtudes que tiene el trabajo de Mabel». Y es que pese a haberse formado en Bellas Artes en la Academia de San Fernando, la pintora no se encajó en una corriente concreta y pronto tomó otros caminos que la llevaron a la ilustración y el mundo del diseño. «Ahí se produce el eclecticismo», según Martínez.

En la tarde de ayer, el museo inauguró la exposición, impulsada por la Asociación Feminista de Asturias, que acoge «con especial cariño y especial significado», en palabras de su directora, Lydia Santamarina. Ella misma reivindicó la figura de Lavandera, asegurando que le hace «una gran ilusión recordar y difundir» su trabajo, «muy importante en los años 70 y 80, como sigue siendo ahora».

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La presentación tuvo una gran acogida por parte de amigos y compañeros. Lo que hizo que la artista se mostrara visiblemente emocionada en su discurso. «Esto son pequeños retratos que me han estado acompañando en el confinamiento y me recibían en el taller con vuestras sonrisas maravillosas. He estado súper acompañada y me lo he pasado muy bien concentrada en vuestras personalidades y vuestra belleza. Os quiero mucho a todos», agradeció durante su intervención. Y añadió: «Estar todos unidos aquí y tener durante estos dos meses la oportunidad de seguir encontrándonos en este espacio maravilloso es estupendo». La alcaldesa, Ana González, también participó en el descubrimiento de las obras: «Llevo a gala que siempre que me piden presentar un libro lo leo antes. Hoy voy a hablar de una exposición que no he visto. Se ve que una no puede ser siempre coherente», ironizó. La regidora destacó la importante labor de Lavandera. «Necesitamos el arte y lo que Mabel hace es arte. Es una pintora con mucho nombre, mucho reconocimiento y mucho crédito, que ha logrado traspasar las fronteras de la invisibilidad que caracteriza a las pintoras».

Entre los muchos asistentes, el director adjunto de EL COMERCIO, Ángel González. Por su parte, Luis Antonio Alías, también colaborador de este periódico y protagonista de uno de los retratos de la pintora, se encargó de dedicarle unas palabras a su amiga. «Quiso hacerme el enorme honor de ponerme entre sus personajes. Mi nieto, que sale abrazado a mí en el momento del retrato, solo mamaba y dormía, ahora tiene criterio propio», bromeó. Y posteriormente dedicó sus versos a Lavandera. «Mabel nos sueña y pinta. Nos da vida. Eterniza la magia de un momento».

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