Muere el dramaturgo e investigador teatral Juan Antonio Hormigón

Intelectual zaragozano de amplio espectro, Juan Antonio Hormigón -dramaturgo, crítico, investigador, editor, pedagogo, director de escena, gestor- falleció el lunes a los 75 años. Zaragozano de 1943, se formó como médico, pero la vocación teatral tiró más fuerte que la bata blanca y acabó por tomar el camino de las letras.

Fundador de la Asociación de Directores de Escena de España, impulsor y director de la revista ADE-Teatro, catedrático de Dirección de Escena en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, miembro del Consejo de Teatro de la Comunidad de Madrid y del Consejo de Teatro del Ministerio de Cultura, Hormigón también dirigió montajes teatrales, seminarios y jornadas vinculadas a la escena. Una treintena de espectáculos de autores como Moratín, Valle-Inclán, Lope de Vega, Galdós, Brecht, Goldoni o Gorki jalonan una trayectoria en la que también hubo hueco para la adaptación de autores foráneos.

Numerosísimas han sido sus investigaciones sobre la historia del teatro, con paradas en personajes tan destacados como Bertold Brecht o Valle Inclán y a aspectos más generales, como el papel de las dramaturgas.

En su tarea como editor, tuvo Hormigón una especial vinculación con Asturias, puesto que fue el encargado de poner luz sobre la obra del dramaturgo asturiano Francisco Martínez Allende, que falleció a medidados del siglo pasado en Argentina. Se ocupó de rescatar y editar el libro 'Camino leal', en una manera de recuperarar la memoria de un republicano español, un dramaturgo y combatiente que había caído en el más absoluto de los olvidos al otro lado del Atlántico.

Con aquel libro publicado en 2014 se resarció la figura de Martínez Allende, que había nacido en Sirviella, en el concejo de Onís, en 1906 y falleció en Buenos Aires en 1954. Fue autor, director de escena y actor, había sido miembro del Consejo Central del Teatro del Gobierno de la República, y entre 1936 y 1939 organizó y dirigió El Retablo Rojo, Altavoz del Frente y Guerrillas del Teatro, los teatros de guerra del frente y la retaguardia. Francia, Santo Domingo, Cuba y Argentina fueron sus destinos tras la guerra. Y mientras allí se hacía un nombre, aquí se olvidaba. 'Camino Leal', escrita en el campo francés de refugiados de Montolieu en 1941, es testimonio de la lucha antifascista.