Jorge Maronna, Martín O'Connor, Tomás Mayer, Roberto Antier, Horacio Tato y Carlos López Puccio. EFE

Les Luthiers, como el buen vino

La formación argentina inicia gira nacional este fin de semana en Gijón, con 'Gran reserva', una antología de sus mejores piezas

IKER CORTÉS

Viernes, 30 de septiembre 2022, 00:57

«Prometemos que es el último recopilatorio que hacemos. Es el tercero y, de todos, es el más aburrido y largo. Solo tiene dos chistes, lo que es todo un mérito para las dos horas de actuación. No, en serio, es un espectáculo muy bueno ... y, de las tres antologías que hemos hecho, es la que más me divierte», bromea Carlos López Puccio con su habitual sorna en la Casa de América de Madrid. No es la mejor carta de presentación para la gira que Les Luthiers inicia por varias ciudades españolas -Gijón será la primera parada este fin de semana (sábado y domingo, Teatro Jovellanos, 18 horas) y seguirán por Oviedo (del 5 al 8 de octubre, en el Auditorio Príncipe), Girona, A Coruña, Salamanca y Vigo-, pero sí es única, al igual que el grupo cómico musical que desde hace más de cincuenta años llena de risas los auditorios de medio mundo.

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Les Luthiers vuelven a la carga con 'Gran reserva', un espectáculo que deja claro que, como el buen vino, estos orfebres de la palabra e ingenieros ingeniosos de la música y los instrumentos imposibles mejoran con los años. «Es bonita, divertida y variada en todos los sentidos», coincide Jorge Maronna, el otro integrante histórico de la formación, presente en la banda desde su fundación. «Yo entré dos años después, sí, pero a él lo llevábamos de la mano», contrarresta López Puccio.

Ahora bien, ¿qué es lo que se va a poder ver en 'Gran reserva'? Cuenta Maronna que de las tres antologías, esta es la que tiene más piezas antiguas, de los ochenta y los noventa. «Creo que han envejecido muy bien, a pesar de que con tantos cambios sociales hoy uno desconfiaría de una pieza de humor que tenga más de dos años o tres», apunta a sus 74 primaveras. López Puccio, «decano etario» de la formación -cumplirá 76 años en octubre-, va más allá: «Nosotros nos jactamos normalmente de la atemporalidad de nuestro humor. Tratamos de trabajar siempre con material no perecedero, que tenga más que ver con el ser humano que con las circunstancias que lo rodean como la política, la economía o la portada de un periódico. Creo que esa es una de las razones que hace que nuestro humor permanezca a lo largo de más de cinco décadas». La otra, reconoce, es que han echado mano de obras «muy remotas». La gente se sigue divirtiendo «porque quienes las vieron en el estreno ya no existen».

De lunes a jueves estarán en Oviedo con estas obras que divierten «porque quienes las vieron en el estreno ya no existen»

Entre las piezas que forman parte del espectáculo se encuentran 'La balada del 7º regimiento', 'San Ictícola de los peces', 'Entreteniciencia familiar', 'La hora de la nostalgia' o 'Música y costumbres de la isla de Makanoa'. Pese a todo, explica Martín O'Connor, «hemos recurrido a un buen cirujano estético para rejuvenecerlas un poquito, así que los fanáticos verán cambios».

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Con tantos años a sus espaldas, ¿cómo es posible que mantengan la frescura y la espontaneidad sobre el escenario? «Creo que el arte es justamente que lo que hacemos en el escenario parezca espontáneo». Una última pregunta: ¿Se puede vivir la vida sin humor? «Yo conozco varios casos, pero ¿eso es vida?», sentencia Roberto Antier.

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