La Semana Negra viste a su Rufa de futbolista campeona

Rufo cambia de sexo —es la tercera vez que lo hace— y se viste con los colores de España. El rojo de la camiseta y el azul del pantalón se acompañan con un balón de fútbol. Siempre al cabo de la calle, siempre posicionándose, la Semana Negra lo hace así con una mascota que cada año hace el artista Enrique Herrero jugando al balompié en clave femenina. «Un Rufo muy patriótico», anunciaba Miguel Barrero, el nuevo director de la Semana Negra, antes de desvelarse el misterio en la presentación que se celebró a primera hora de esta tarde en el recinto del astillero de Naval Gijón, ya listo para albergar la fiesta literaria que desde hace 37 ediciones tiene cita fija en Gijón.

Contó la presentación con la presencia de la concejala de Cultura de Gijón, Montserrat López, que habló de que es el festival «la cita literaria más popular de su género»; el director general de Promoción Cultural del Principado, Antón García, que se refirió al relevo generacional que supone la llegada de Barrero y contó, por supuesto, con su nuevo director dejando claro que poco hay que cambiar cuando algo funciona, que la esencia de la semana es la misma y doble siempre: «El fomento de la lectura y crear un foro abierto al debate».

Subrayó también Barrero que esta «la mayor Semana Negra de la historia» con 150 invitados que distribuirán sus palabras, pero también sus músicas y sus píxeles, fotogramas o dibujos, por cuatro carpas. A las del Encuentro, la Palabra y A Quemarropa, se suma la de las Culturas. Y podrían ser circo si se tiene en cuanta que hay se emitirá un podcast en directo durante todo el certamen y seis si se añade la de exposiciones, que este año encuentra hueco para hacer una narrativa gráfica de Palestina.

No quiso Barrero dar demasiados nombres de la larga nómina de autores presentes, pero sí destacó a Leonardo Padura, porque el Princesa de Asturias de las Letras vino a la primera Semana Negra como periodista y a Jordi Serra i Fabra, por lo que su obra supone de formación de lectores.

La Revolución del 34, que este año cumple noventa años, estará presente a través de diferentes formas y también uno de los dos libros editados por el certamen y que se repartirán de forma gratuita. El otro, el de Palestina en el cómic.

Barrero, que lleva 20 años trabajando o colaborando de diferentes maneras con la Semana Negra, confesaba que es muy especial esta edición y solo daba un consejo a los visitantes: «Que hagan lo que hago yo, dejarme caer e ir picoteando porque siempre hay algo interesante».

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