El Antiguo Instituto se llenó para escuchar a Juan Fernández-Miranda. A sus espaldas, el director de este diario, Ángel González, el diputado Adrián Pumares y la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón. J. M. PARDO

Juan Fernández-Miranda: «Hubo un riesgo real de que la transición se fuera al garete»

Juan Fernández-Miranda presentó en el Antiguo Instituto 'Objetivo: democracia', un libro que analiza los meses que cambiaron nuestro país

Ana Ranera

Gijón

Viernes, 24 de enero 2025, 01:00

El 20 de diciembre de 2023, cuando se cumplieron cincuenta años del atentado de Carrero Blanco, Juan Fernández-Miranda publicó un reportaje que fue la semilla de la que germinó su libro 'Objetivo: democracia'. En ese momento, el periodista se dio cuenta de que había ... jóvenes «que no tenían ni idea» de aquel suceso ni de muchos otros que transformaron la historia de nuestro país.

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Ante ese panorama de desconocimiento, se puso a escribir «una crónica de hechos», en la que no hay opiniones, solo una sucesión de realidades, que ayer presentó en el Antiguo Instituto, de la mano de la Fundación Neos.

«Creí que era el momento de hacer un libro explicando lo que era la transición porque además, a partir de 2014, se empezó a hablar mal de ese proceso», se lamentaba. «Hay una generación de españoles que ha oído hablar mayoritariamente mal de ella y hay una serie de mantras que han ido calando entre quienes no lo vivieron».

Para frenar esas «falacias», Fernández-Miranda construyó «un relato veraz para que los jóvenes tengan anclajes y defiendan lo que es la democracia». Son agarres sólidos, cuyos cimientos se clavan en los diecinueve meses que transcurrieron desde la muerte de Franco hasta las primeras elecciones. «Si la transición fuera un viaje en tren, el Rey señalaría la estación de destino; Torcuato Fernández-Miranda sería el ingeniero que diseñó las vías y la locomotora, y Adolfo Suárez, el maquinista», ejemplificaba, convencido de que «sobre ese triángulo virtuoso pivotó» nuestra nación.

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No fue fácil. El 20 de noviembre de 1975, «Juan Carlos I estaba absolutamente solo», necesitó rodearse de los mejores para iniciar una andadura, en la que Fernández-Miranda «redactó la ley para la reforma política y la consiguió aprobar, lo que supuso un harakiri para el franquismo».

Aquel fue un paso de gigante en un proceso que vivió otro de sus hitos cuando Suárez legalizó el Partido Comunista. «Lo hizo un Sábado Santo, con toda España de vacaciones, con el objetivo de que no hubiese una respuesta, principalmente, del ejército», contaba el escritor y añadía: «Hizo una demostración de audacia».

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No se amedentró y, en cuestión de diecinueve meses, los tres consiguieron «convocar a las urnas», sorteando infinidad de obstáculos. «Hubo un riesgo real de que la transición se fuera al garete por la violencia extrema, pero al final se consiguió que la sociedad española se diera un abrazo cuarenta años después de la guerra civil».

El pasado quedó por fin atrás y, con este libro, Fernández-Miranda quiere regalar –especialmente a los de menos años– «una herramienta para que la gente entienda y se comprometa con la democracia, con la libertad, con el consenso y con la tolerancia, en aras de defender un modelo político, que está lleno de errores, pero que ha propiciado los cincuenta mejores años de la historia de España».

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Todo eso lo contó el escritor y periodista, en un acto en el que también aprovechó para reivindicar a don Juan, «la primera persona que habló públicamente de que nuestro país tenía que ir a la democracia tras la dictadura», explicaba. «Todos lo vemos como un bebedor, un vividor y un mujeriego, pero realmente –y sin negar lo anterior– fue quien trató de conseguir la sucesión de Franco».

La logró en la figura de su hijo, en quien «nadie creía», pero se acompañó de los mejores y algunos, según Fernández-Miranda, no fueron tan malos como ahora los pintan. «El otro día el PSOE dijo que Fraga era un franquista de manual y me molestó porque sí, fue un franquista, pero decir eso es un ataque directo a la transición. Fraga consiguió que se aprobaran varias leyes, pero su error fue querer cambiar el franquismo ley a ley». Hacía falta otra estrategia para llegar a la libertad con la que 20 millones de españoles han nacido ya.

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