Miguel Barrero, escritor
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Miguel Barrero, escritor
«La realidad a veces es un prodigio de inverosimilitud»Miguel Barrero (Oviedo, 1980) cruza el Atlántico en su nueva novela, 'La otra orilla' (Galaxia Gutenberg), para desplegar en la ciudad de Buenos Aires una compleja y subyugante ficción en la que la 'Divina Comedia' de Dante actúa como catalizador del juego de máscaras y ... laberintos de la trama. Este sábado estará en la Feria del Libro de Gijón presentándola con el escritor Jaime Priede y la alcaldesa en funciones, Ana González, en un acto en el CCAI, a las 19.30 horas. Antes, ha querido compartir algunas claves de esta fábula contemporánea que el azar de lo real le fue desvelando. «Todas mis novelas parten de un anclaje en la realidad y, en este caso, fue un viaje a Buenos Aires para impartir unos talleres de escritura. En la cabeza llevaba a Borges, Cortázar, Sábato y lo que me encontré nada más llegar fue a Dante, algo que no esperaba», explica el escritor en su estudio gijonés. Evoca el asombro que le produjo la tarde de su llegada el Palacio Barolo, un colosal rascacielos construido hace un siglo por el arquitecto italiano Mario Palanti a petición del magnate Luigi Barolo como tributo al autor de la 'Commedia': «Aparecen en diferentes niveles el infierno, el purgatorio y el paraíso para culminar la torre en un faro que simboliza la luz divina». Su perplejidad fue suprema al averiguar que existía un edificio gemelo en la otra orilla del río de la Plata, en Montevideo, el Palacio Salvo, también de Palanti, un personaje de novela que Barrero no dudó en incorporar a la suya como a Barolo. «Era como un gran juego de identidades especulares que me pareció buen punto de partida para una trama donde crear un laberinto de falsos espejos con personajes que pareciesen lo que no son», afirma.
Esa es la invitación al lector de 'En la otra orilla', una partida en que los naipes de realidad y ficción se intercambian. «Eso que llamamos realidad no existe en sentido puro. Nada es de una sola manera ni sucede de un único modo, todo esta sesgado por el filtro que le ponemos. Y la ficción es una manera de crear un orden en el mundo que pueda formular una pregunta coherente para explicarlo», expone el escritor, para quien la 'Commedia' es un caso de autoficción: «Dante crea un personaje que lo acaba definiendo y que seguro le parecía poco para cimentar su obra en una historia de amor que no existió. Sobre ello construye un relato de buenos y malos que triunfa en el imaginario hasta el punto de que infierno, purgatorio y paraíso son los que él creó».
Su círculo dantiano se cerró cuando de nuevo el azar lo llevó a corregir la novela en la Toscana, muy cerca de Florencia. En ella, como Dante, entre máscaras y fantasmas, cruzan amigos reales como el recordado poeta David González, el escritor Óscar Esquivias o las voces de Eduardo Goldman y Tatiana Goransky, doblando a personajes locales. El fruto es un relato lleno de giros argumentales y donde solo la ficción parece verosímil porque, para Barrero, «la realidad a veces es un prodigio de inverosimilitud».
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