«Reabrir la librería Ojanguren es una locura, pero es una locura necesaria»

–Reabren Ojanguren bajo el nombre de Matadero Uno, ¿cómo se les ocurrió lanzarse?

–Nosotros mirábamos con muy buenos ojos el modelo de Gijón, que es una ciudad con un tejido de librerías muy rico. Así que nuestro objetivo es llegar a Oviedo para sumar y formar parte del tejido literario. Pensamos que no hay mejor lugar para hacerlo que Ojanguren, una librería histórica que viene siendo librería desde 1856. Queremos seguir la estela y abrir en un lugar que todo el mundo conoce y continuar dándole vida. Ahora mismo, estamos bastante abrumados y muy contentos por la ilusión que genera que reabramos.

–¿Les llamaron locos cuando lo contaron?

–¡Claro! Es una locura, pero es una locura necesaria. Los cuatro venimos del mundo del libro, somos una escritora, un editor y dos libreros, que amamos muchísimo nuestra profesión y los libros. Lo que queremos es seguir, dar lo mejor de nosotros mismos y acercar los libros a la gente. Queremos que nuestra librería sea un lugar de encuentro porque haremos actos y talleres en la parte de arriba, que es maravillosa y preciosa. Además, queremos que la gente venga a la librería a charlar, a hacer tertulia, a hablar con nosotros y a pasar el tiempo. Nosotros queremos que sea un hogar.

–¿Y cuándo tienen previsto abrir?

–Crucemos los dedos. Queremos abrir para el otoño, finales de octubre o principios de noviembre para estar cargados para la Navidad. Estamos con el papeleo y con las obras y tenemos que llenar el local de libros. Haremos una gran inauguración de varios días, será una gran fiesta literaria.

–¿De dónde viene el nombre de Matadero Uno?

–Es en homenaje a una novela que nos gusta mucho a los cuatro, que se llama 'Matadero 5', de Kurt Vonnegut. Es una obra conmovedora y divertida, es dura y tierna, en ella se junta la más alocada fantasía con la realidad más certera y es todo lo que queríamos nosotros para nuestra librería. Cambiamos el cinco por el uno porque es el número del portal en el que estamos, así que mezclamos lo de fuera con lo que tenemos dentro.

–Con este proyecto en marcha, ¿le queda tiempo para escribir? ¿Tiene algún proyecto literario entre manos?

–Siempre, por supuesto. Los peces nadan y yo escribo. Para enero, supuestamente, saco nuevo libro que espero presentar en nuestra librería, así que me hace muchísima ilusión. Además, es un ensayo, que es algo que no había hecho hasta ahora. Nuevo género y nueva librería con el nuevo año.

–Con la preparación de la librería y ese libro del que habla, ¿le quedó tiempo para marcharse a algún sitio de vacaciones este verano y desconectar?

–Desconecté un poco. Estuve unos días en mi pueblo, Berbes (Ribadesella), y me fui a conocer el Museo de la Evolución en Burgos. Mi hijo, que tiene siete años, es muy fan de la evolución, fue maravilloso.