El escritor Maxim Ósipov, autor de 'Piedra, papel, tijera', en Moscú S. I,

«En lugar de disminuir, la herencia soviética aumenta»

El escritor ruso Maxim Ósipov retrata la permanente sombra de la represión en el libro de relatos 'Piedra, papel, tijera'

Domingo, 23 de enero 2022, 01:37

A finales de los años cuarenta, en tiempos de la Guerra Fría, el escritor John Steinbeck y el fotógrafo Robert Capa viajaron a la Unión Soviética con la pretensión de contar cómo eran los que habitaban aquella región del planeta. Fracasaron. Las autoridades cercenaron su ... libertad de movimientos y les hicieron un tour propagandista por los campos ucranianos. Varias décadas después los ecos de esa cotidianidad rusa llegan a los lectores occidentales gracias a las traducciones de escritores como Serguéi Nósov o Serguiéi Dovlatov, con mirada irónica a la vez que costumbrista. Una de las voces que retrata ese microcosmos y la humanidad de la Rusia actual es la de Maxim Ósipov. En 'Piedra, papel, tijera' (Libros del Asteroide), el volumen de relatos de este narrador nacido en 1967, se reúnen nueve cuentos que ensamblan una mirada actual a una cultura y un estilo de vida que sobrevive a la era soviética con una fuerte herencia de aquellos años.

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Los personajes no están inmersos en una gran guerra, como los conmovedores sujetos de Grossman ni están encerrados en un 'gulag', como los de Solzhenitsyn, pero sí viven en un clima de sostenida represión. Existe miedo a la disidencia, se teme al poder de antiguos burócratas, se convive con exagentes de la KGB o con esbirros a los que temer en pleno siglo XXI. En su ficción, Ósipov se muestra crítico: «Hay autores que piensan que tienen que decir algo a la gente y escriben, y otros que buscan contar lo que realmente sucede. Yo pertenezco a ese segundo grupo».

Para ese objetivo se vale de personajes bien construidos, como la cantinera Ksenia, que conoce los vericuetos de la burocracia y el poder de una pequeña población veraniega (en el cuento que da nombre al libro); el guionista Andréi, que teme que sus opiniones le conduzcan a los calabozos (en 'Fantasía'); y Elizaveta, que secunda el cínico petitorio de su padre, un espía que trabajó en Alemania ('En el Spree'). Aunque sin la polifonía ni la profundidad psicológica de los maestros rusos, los relatos de Ósipov contienen tramas sólidas, pero lo mejor se encuentra entre líneas. Y en los silencios.

La herencia soviética perdura. «Hay una gran sombra, sí, absolutamente», reconoce Ósipov, de visita en España. «El legado del régimen soviético, desafortunadamente, es muy grande, y lo más triste es que crece, en lugar de ser analizado y, en muchos aspectos, condenado, como se hizo en Alemania. Por ejemplo, se clausuró la organización Memorial (fundada por nobel Andréi Sájarov, declarándola «agente extranjero»). Esta ONG trabajaba en la recuperación de hechos que verdaderamente ocurrieron, y hacía un buen trabajo. Entre los jóvenes, además, muchos hablan sobre cuán maravilloso, glorioso y poderoso fue el régimen soviético. Entonces, en lugar de disminuir la herencia de la Unión Soviética, aumenta».

¿Son los elementos represivos de Putin similares a los de aquella época? «La represión ahora es completamente diferente en muchos sentidos», dice el autor, que cita a Tólstoi, Pushkin o Mandelstam en sus textos. «El soviético, además, también varió por etapas. En los años treinta fue cruento y hubo represiones masivas. Pero en estos días tenemos unos 700 presos políticos, que es más de lo que teníamos antes del final de la era soviética, a mediados de los ochenta. Las razones y las formas en que las personas son llevadas a prisión también difieren. Pero existe y está creciendo ahora, por lo que es difícil ver qué sucederá en los próximos meses».

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Médico de profesión, a tiempo parcial en un hospital en las afueras de Moscú, y escritor vocacional, Ósipov deja que su trabajo diario permee en su ficción. «Uso muchas historias y episodios de mi experiencia médica», ratifica, quien busca el equilibrio entre ambos oficios, el de doctor y el de escritor. «No soy el tipo de autor que escribe todos los días. Sin embargo, cuando tengo una idea, y siento que es el momento, me siento a trabajar. Me olvido de todo. Es como una adicción. No paro hasta que termino».

Mientras en el tablero geopolítico Rusia moviliza sus fuerzas militares, ¿cómo se percibe su relación con la Unión Europea? «Rusia debe considerarse uno de los países de Europa del Este, aunque sea muy grande. No obstante, las personas que ahora están en el poder definitivamente lo ven de otra manera», opina Ósipov, que asegura que escribe con libertad. «Trato de ser libre. Libre de opresión política, libre de prejuicio, libre de la tradición. Puede traer dificultades, como a todo escritor. Pero me siento libre de escribir». ¿Cree que hay posibilidades de guerra? «Sí, creo que sí».

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