«Uno es muy mal juez de sí mismo como escritor»

-'La caja de los miedos' es su primera novela. ¿Siempre ha tenido en mente dedicarse a la literatura?

-Es mi primera novela que se publica, tengo otra que escribí hace tiempo que está inédita y seguramente retome más adelante. El tema de escribir surge porque soy lectora empedernida. Siempre me gustó muchísimo leer y yo creo que el que lee mucho, al final, siempre tiene una inquietud por escribir. Durante la adolescencia escribía mis cuentos, mis relatos, mis principios de novelas... Mi hermana los leía y le encantaban, pero nunca pasó de ahí. Luego empecé la carrera y empecé a ejercer. Los abogados estamos constantemente escribiendo recursos, demandas, documentos... Por lo que esa necesidad se quedó ahí amortiguada. Cuando dejé de ejercer volvió esa inquietud y fue cuando escribí la primera novela.

-Por esta en concreto ha ganado el premio Marta Mont Marçal 2022. ¿Se imaginaba que algo así podría pasar?

-Pues tenía una intuición, porque la presenté a varios concursos literarios, aunque los grandes es muy difícil ganarlos porque hay que tener una categoría excelsa y compiten escritores renombrados. Así que la presenté a este, que es un premio que tiene mucha categoría, pero lo veía más asequible y cuando me llamaron fue como si lo hubiese visto.

-¿Qué significa para usted haber recibido este galardón?

-Significa todo, porque yo creo que cualquier escritor novel sabe lo difícil que es abrirse camino en el mundo literario y que te publiquen. Pero si además te la publica un sello como Roca, que es una editorial muy prestigiosa, pasas a formar parte de una agencia literaria como IMC y además hay una remuneración económica... Para mí es como entrar por la puerta grande.

-La historia está ambientada en la Primera Guerra Mundial. ¿Por qué?

-Una parte está ambientada ahí, pero otra transcurre a finales del siglo XIX. El origen de la novela surge un día en la cafetería Bariloche mientras leía EL COMERCIO. Vi un artículo que hablaba de que era el centenario del hundimiento de un buque francés que se llamaba 'El Pomme', que fue torpedeado y hundido por un submarino alemán. A los tripulantes los llevaron a Gijón y más adelante los repatriaron a Francia. Esa idea se me quedó en la cabeza porque me pareció muy curiosa y de ahí surge la historia.

-La novela, en un principio, tenía otro nombre.

-El título originario era 'Fatalidad', porque es como la idea psicológica de la novela. Esa creencia de que el destino está predeterminado y que son los acontecimientos que nos ocurren los que nos van colocando en diversas situaciones de la vida. Entonces este concepto no era negativo, sino algo que está determinado que nos pase. La editorial me pidió que cambiara el título, no me dieron explicación ni yo la pedí. Me pareció correcto y la segunda opción, que es esta, les encantó. Viene de la trama, porque uno de los personajes en un momento de la historia, tiene la necesidad de liberarse de sus miedos y angustias, así que los mete en una caja para después cerrarla y olvidarse de ello. Luego estuve investigando y al parecer es algo que se usa en psicología con las fobias de los niños.

-Es abogada. ¿Cómo confluyen la literatura y el derecho?

-Pues muy bien. Lo que más me gustaba del ejercicio era investigar, porque a la hora de redactar una demanda debes siempre informarte de la jurisprudencia, buscar información... Es lo mismo que haces cuando preparas el argumento de una novela. Y luego escribir y redactar la demanda es como hacer novelas en pequeñito porque tienes que contar lo que le ha pasado a esa persona. El abogado tiene que saber expresarse de forma escrita porque será más fácil que lo entiendan.

-¿Qué opina de esa idea de que cualquiera puede escribir un libro hoy día? ¿Está de acuerdo?

-Existiendo la posibilidad de la autopublicación se pueden publicar muchas cosas que no tienen la calidad literaria suficiente. Yo la descartaba porque uno es muy mal juez de sí mismo como escritor. No puedes ser neutral con lo que haces. Yo lo que quiero es que me respalden como escritora, que me digan 'Sí, esto tiene calidad suficiente para publicar'. No quiere decir que la gente que se autopublica no tiene calidad literaria, pero no hay un filtro a la hora de medir.

-El día 22 sale a las librerías. ¿Qué expectativas tiene?

-Estoy ilusionada y algo nerviosa, eso es inevitable. Yo creo -por lo que es todo mi entorno de familiares, amigos y demás- que va a ser muy bien acogida, porque en ese sentido me siento muy respaldada. También espero que a través de redes sociales se promocione lo máximo posible, porque son el boca a boca de antes. Espero que a la gente le guste, porque cuando escribes la primera novela estás con las espaldas abiertas, no sabes lo que el resto va a opinar de ella, pero espero que les guste.