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DOS PALACIOS, TRES SIGLOS DE DIFERENCIA. Arriba, recreación en 3D a partir de la planta del edificio de Los Hitos. Debajo, una fotografía de Santa María del Naranco. FACILITADA POR JORGE MORÍN / ÁLEX PIÑA
El hermano viejo de Santa María del Naranco

El hermano viejo de Santa María del Naranco

El palacete visigodo de Los Hitos, hallado en 2016 en Toledo, es claro precedente tipológico del aula regia del Naranco | Jorge Morín de Pablos, director de la excavación, y Lorenzo Arias, experto en Prerrománico Asturiano, certifican el vínculo entre ambas construcciones

MIGUEL ROJO

OVIEDO.

Miércoles, 30 de octubre 2019, 00:11

Después de cuatro temporadas de excavación, de multitud de comprobaciones y muchas horas de estudio, los responsables de la excavación de Los Hitos, un complejo residencial del siglo VI hallado en 2016 en Arisgotas, cerca de la localidad toledana de Orgaz, ofrecieron ayer una ... conferencia en el Museo Nacional de Arqueología de Madrid para dar cuenta de los diferentes hallazgos y teorías fruto de su trabajo. La aparición este año de una muralla y algunas construcciones extramuros, como un almacén, convierten este complejo en uno de los más importantes de los que se tiene constancia, junto con el de Recópolis, en Guadalajara. Si en un principio se creía que en el lugar tan solo había una iglesia, el hallazgo de una construcción muy similar en su planta a Santa María del Naranco, la joya del Arte Prerrománico Asturiano, hizo que Jorge Morín de Pablos, codirector de la excavación, empezase a trabajar con la teoría de que el complejo toledano es, en realidad, un claro precedente del complejo que habría de existir en el monte oventense. «El de Los Hitos es un pabellón de dos alturas, con las mismas proporciones que Santa María del Naranco, de tiempos del Rey Teudis, de mediados del siglo VI», explica el investigador. «El conjunto se parece mucho al palatino de Recópolis, y seguramente también al complejo que se supone había en el Naranco». En su opinión, «está claro que es un claro precedente», aunque por desgracia, del de Toledo apenas se conservan las plantas de las construcciones y los elementos decorativos que han ido apareciendo en la excavación. «El de el Naranco, por contra, es excepcional por su conservación», explica.

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