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«Asturias debe tener Filmoteca y acabar con esa anomalía de ser la única comunidad autónoma que no dispone de una». Así de tajante ese manifestó el presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa, Pedro Roldán, y uno de los promotores de la recuperación del espacio ... cinematográfico del Principado, ante la polémica provocada por la necesidad de traerlo de nuevo a la región, actualmente en depósito en Madrid, y su posible ubicación, que se disputan Gijón, Oviedo y Avilés. A su juicio, no hay discusión: ha de estar en Gijón. Roldán, de hecho, llevará al próximo pleno municipal, que tendrá lugar el 10 de abril, esta propuesta. «Gijón es el espacio más adecuado para ser quien lo albergue», aseguró, por varios motivos. En primer lugar, por una cuestión histórica. «Gijón es la primera ciudad donde en 1896 se proyectó la primera película en el antiguo Teatro Jovellanos, ubicado entonces en la actual Biblioteca Jovellanos». Otro de sus argumentos de defensa es que es en la ciudad en la que se han llevado a cabo «los rodajes de las películas más importantes». Por último, Roldán matiza que aquí es donde se ubica «el único festival internacional de cine que existe en Asturias, que es de los más reputados de este país y de Europa en cine independiente». Y apostilla: «La colaboración entre una Filmoteca y ese festival garantizará la cercanía entre ambos», lo que se traducirá en que «sea multiplicador para el sector audiovisual en Asturias».
Fue en 2016 cuando la Filmoteca de Asturias echó el cierre y los fondos se integraron, entonces, en el catálogo de la Biblioteca Pérez de Ayala. Aquel proyecto impulsado por Bonifacio Lorenzo, que empezó en 1976 con el fin de trabajar en la recuperación de películas antiguas rodadas en Asturias, se hizo oficial en 1996. Ya en 2011, mediante decreto, se ordenó suprimir el servicio e integrarlo en el de Patrimonio del Principado, y con el tiempo fue asumido por distintos servicios de las sucesivas consejerías con competencias en Cultura.
Roldán, que considera que la Filmoteca «tiene que estar a la altura de las necesidades de Asturias y con cierto nivel, no como antes, que era voluntarista y no cumplía las expectativas», insiste en que aunque la propuesta de sede sea para Gijón, «su labor debe ser descentralizada, ya que no es la Filmoteca de una ciudad sino de toda Asturias, debe tener actividades en distintos concejos». Porque, aclara, «es inaceptable que los fondos documentales estén guardados en Madrid».
Oviedo reivindica ser la sede, algo que él no comparte. «Estoy sorprendido de que se hable de la Biblioteca del Fontán como sede, puesto que no tiene espacio. Las emisiones en cine son el DCP digital y ahí no hay sitio ni condiciones y no dispone de ese sistema». Además, cree que el salón de actos tampoco es el adecuado. «No estamos hablamos de una filmotequina con despacho sino de un espacio para clasificar todos los materiales cinematográficos, ser la albacea de la memoria audiovisual de Asturias, promocionar y difundir la cultura cinematográfica y ser un instrumento vivo que trabaje coordinadamente con el sector audiovisual asturiano». Tabacalera o la Laboral son dos de los edificios que cree podrían albergarla: «No podemos permitir que nuestra memoria audiovisual esté almacenada en bloques en un despacho en Madrid. Asturias no se merece eso».
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