Cócteles con historia para celebrar que acaba el año
Gastrohistorias ·
A finales de 1935 el famoso barman Perico Chicote ideó tres varios combinados para dar la bienvenida al nuevo añoSecciones
Servicios
Destacamos
Gastrohistorias ·
A finales de 1935 el famoso barman Perico Chicote ideó tres varios combinados para dar la bienvenida al nuevo añoAna Vega Pérez de Arlucea
Sábado, 26 de diciembre 2020, 00:11
El 25 de diciembre de 1977 fue una fecha triste para los españoles aficionados al buen beber. Ese día se supo que a las nueve y media de la noche anterior, mientras el país entero se disponía a disfrutar de la cena de Nochebuena, había ... fallecido en Madrid por un paro cardíaco el hombre que más y mejor había trabajado por la coctelería en España, don Perico Chicote. Pedro Chicote Serrano (1899-1977) murió como merecía, rodeado de familiares y amigos, y a pesar de celebrarse el día de Navidad a su entierro en el cementerio de la Almudena acudió numeroso público (políticos, intelectuales, toreros, compañeros de profesión, clientes habituales, admiradores…) deseoso de despedir con honores al famoso barman.
Más de 40 años antes, en 1935, Chicote estaba ya en la cúspide de la celebridad como dueño del bar Chicote y autor de numerosos libros de coctelería. Durante aquellas Navidades la revista ilustrada 'Crónica' fue a entrevistarle a su local y, de paso, a pedirle que compartiera unas cuantas recetas con sus lectores. Perico, experto en idear nuevas combinaciones y en agradar con ellas el paladar de sus clientes, concibió tres cócteles especialmente dedicados a 'Crónica' y adaptados a las circunstancias navideñas. Para la cena de Nochebuena o el aperitivo de Navidad se le ocurrió mezclar en la coctelera «unos pedacitos de hielo, unas gotas de Kummel, media copita de Cointreau y otra media de Dry Gin; agítese muy bien y sírvase en copa de cock-tail cubriéndolo con un poquito de nata fresca». El adorno final imitaba a la nieve de las montañas y también a la de los belenes, poniendo así el guiño festivo al trago.
El segundo cóctel era más adecuado para Nochevieja y se hacía poniendo directamente en una copa de champagne «unos trocitos de hielo picado, unas gotas de marrasquino, una cucharadita pequeña de Grand Gamier y otra de Curaçao rojo, una corteza de naranja» y terminando de llenar la copa con cava o vino espumoso. Se bebía de modo finolis, con pajita, de modo que para equilibrar la balanza alcohólica Chicote apuntó una tercera fórmula más sencilla, perfecta para quienes no tenían demasiados licores distintos en casa. Castiza, barata e ideal para abrir el apetito justo antes de la cena de Nochevieja, su receta decía así: «Prepárese donde se pueda: unos pedacitos de hielo, unas gotas de coñac, medio vasito de vermut, otro medio de vino blanco y un poquito de tintorro; agítese muy bien y sírvase acompañado de boquerón y aceitunas».
Ni Perico ni los lectores de Crónica sospechaban que el año 1936 les traería muchas más desgracias que alegrías. El 5 de enero de aquel año recién estrenado el barman volvió a asomarse a las páginas de la revista para brindar por las nuevas posibilidades que ofrecía el calendario, ay. Para conjurar el gafe y celebrar el fin de un año también terrible para nosotros, copiemos el «Crónica 1936 cocktail» de Chicote y hagamos chin-chin. Porque nunca se sabe lo que pueden deparar os siguientes 365 días…
«Prepárese en coctelera: unos pedacitos de hielo, unas gotas de curaçao rojo, unas gotas de marrasquino, unas gotas de Orange Bitters, media copita de un buen coñac y media copita de vermut italiano.
Agítese muy bien y sírvase en copa de cock-tail añadiendo una corteza de naranja».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.