Cuando sobran las palabras en escena

La palabra da pero también quita. La palabra es un lenguaje, pero hay otros muchos. En Feten todos tienen cabida. El Jovellanos recibía este martes a la compañía vasca Marie de Jongh, que ya sabe lo que es llevarse el premio gordo en Gijón. Ellos se subieron a las tablas del Jovellanos con 'Mr Bo', la historia del tirano que todos llevamos dentro contada sin una sola palabra. Salvo en una ocasión, todos sus espectáculos han prescindido de los textos, en aras de contar de otra manera, con otro idioma. Jokin Oregi, director y dramaturgo, tiene claro que «las palabras se las lleva el viento» y que es posible contar «historias de enjundia» sin pronunciar una sola sílaba. Sabe que esta manera de narrar obliga a otra plástica, a otra forma de forjar el artificio que es el teatro.

El teatro de texto sigue vigente, pero la danza encuentra lugar propio, como lo hace la música, también el circo y actuaciones como la que realizó este martes la compañía catalana La Corcoles, que con 'H' voló sobre el Solarón. Tampoco había palabras en la propuesta que para público de cero a cinco años llevó a la Colegiata de San Juan Bautista la compañía catalana La Curiosa con 'Texturas'. En su caso, Claudia Gómez y Alba Marina Rivera arribaron a ese silencio verbal de una manera absolutamente natural. Una es música y la otra ilustradora: «Queríamos expresarnos con el oído y la vista, fomentar la escucha, la creación visual», señala Claudia, que subraya la importancia de ganar espacio para la calma, para lo bello. Ellas componen con esa filosofía sus «cuadros sonoros» que salieron a escena.

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