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M. F. ANTUÑA
GIJÓN.
Miércoles, 16 de febrero 2022, 01:48
Vuelven los viajes del colegio al patio de butacas. No hay virus que pueda con los nervios y la emoción de disfrutar de un espectáculo en directo. Lo saben bien en la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten), que este 2022 ... recupera la presencialidad de las funciones para escolares e incrementa además sus públicos al mantener, de forma paralela, la oferta virtual que se puso en marcha el el año pasado por razón de la pandemia.
«Sí, estamos muy contentos porque volvemos a llevar a la comunidad escolar a los teatros, y para nosotros es un logro», arranca Marián Osácar, directora artística del certamen, feliz de ver cómo los críos comparten espacio en las funciones matinales con los programadores.
Son 21 centros educativos de Gijón los que acuden a las funciones, lo que se traduce en 2.745 niños de entre tres y doce años que cambian el aula por la butaca. Pero es que hay mucho más: «Hemos mantenido lo virtual para dar cabida a los que no podemos acoger o no pueden venir», añade. Y explica que en el Feten virtual hay 24 colegios de Gijón y verán las funciones 4.204 alumnos. Se suman a ellos otros 42 colegios de toda Asturias. No disponen en la organización de la cifra de niños que participarán de las funciones 'online', puesto que el sistema que estos colegios emplean para participar del Feten virtual es diferente al no ser del concejo, pero en una estimación, posiblemente a la baja, apunta Osácar que las funciones llegan a más de 3.700 críos. Sumados todos, se aproximan a los nueve mil los niños que disfrutan estos días del teatro que programa la feria internacional.
Pero esa presencia virtual que tanto agradecen los colegios asturianos no es la que busca Feten: «Yo aquí me muevo en una contradicción. Las artes en vivo son presenciales, el lenguaje audiovisual es diferente, está bien paliar la situacion de la pandemia y de la limitación de aforos, pero no debe venir para quedarse, los niños necesitan ir a los teatros, necesitan la presencialidad», subraya.
Pero lo cierto es que virtualidad incrementa los públicos. En 2020, en que Feten se libró de la pandemia por los pelos, fueron cerca de cuatro mil los escolares que tomaron parte en la feria, y la virtualidad ha mutiplicado la cifra. Pero Osácar, que afronta su último Feten puesto que en noviembre dirá adiós a su trabajo en la Fundación Municipal de Cultura tras cuatro años en situación de jubilación parcial, lanza ya una idea que espera se pueda llevar a cabo algún día. «La respuesta de la comunidad educativa es estupenda, estaban deseando, pero es que los colegios de fuera de Gijón nos agradecen mucho la oportunidad, así que si yo puedo lanzar un deseo hacia el futuro, aunque ya no participe en él, sería que las compañías que vienen a Feten pudieran ir, durante esa semana que están aquí, desplazánse a otros municipios. Se trataría de aprovechar las posibilidades que ofrece la feria para llevar las funciones a otros concejos y que las puedan disfrutar los niños y las familias». Ese es el guante que lanza Osácar, ese el reto de futuro una feria absolumente consolidada que puede extenderse más allá de Gijón y que ayer, como cada día, llenó no solo las salas, sino las calles, de arte, diversión y colorido para todos los públicos.
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