«El expolio de Odyssey fue permitido por el Estado de alguna manera»

–No habrá juicio en España contra los saqueadores de Odyssey. ¿Qué le parece?

–Me parece increíble que se ganase el juicio en Estados Unidos y que en España ni siquiera se haya podido llevar a cabo porque ha sido una permanente incomparecencia de los demandantes.

–Demandante que es el Estado español, ¿no?

–El Estado, efectivamente. La Abogacía del Estado, la Fiscalía y el resto de intervinientes públicos: las fuerzas de seguridad, la Armada... No logro comprenderlo. Lo que dice el juez que archiva la investigación penal no puede ser más claro. Es como si hubiese un partido de fútbol y uno de los equipos no se presenta, pero no a un partido sino a ninguno de la liga, y durante doce ligas (los años que duró la instrucción).

–¿Quién tiene la culpa del archivo del caso, que ha causado vergüenza a los propios jueces?

–Vergüenza a los jueces y vergüenza debería provocar a todos los ciudadanos. Demuestra, tristemente, que da igual el partido político que gobierne, la cultura en este país no le interesa a nadie. El patrimonio no le interesa a nadie, lo mismo que la historia o el propio país.

–¿Por qué el Estado no ha ido con todas sus fuerzas contra los autores del expolio del pecio de la fragata Mercedes?

–Eso me pregunto yo también. Yo ya tuve que pasar por una situación muy complicada cuando llevamos adelante todo el caso en EE_UU y, desde luego, si yo hubiera seguido (como ministro) probablemente las cosas habrían sido de otra manera. Ha habido otros responsables en el ministerio y bueno... Siempre me he preguntado quién estaba detrás de esto, qué motivos había para esta inacción y por qué no se ha llegado hasta el final. Las respuestas pueden ser desde económicas, de influencia de países más poderosos o, lo que yo creo, de desidia. Desidia, desinterés. Parece que este expolio no le importaba a nadie.

–¿Quiénes protegían a los de Odyssey y por qué?

–No lo sé. Ya me gustaría saberlo. Pero desde luego eran instancias muy poderosas. A ello ayudó que, desde nuestro propio país, desde las instituciones, hubo desidia, abandono, desinterés y falta de dignidad. ¿Quién es el culpable? No lo sé. Que se investigue. Aún estamos a tiempo.

–¿Habría que exigir responsabilidades a alguien por este fracaso de Estado?

–Probablemente. Pero si nadie se ha preocupado por lograr que los culpables pagasen por sus delitos cómo se va a ocupar de exigir responsabilidades. No hay interés. Este expolio fue permitido por el Estado de alguna manera, porque todas aquellas cosas salieron legalmente. A un país que no es consciente de su historia, de su patrimonio y de la defensa del mismo le sucede lo que nos sucede a nosotros. Ya no sabemos a qué región o Estado pertenecemos.

–¿Cree que la impunidad penal de los autores generará un efecto llamada para otros grupos de saqueadores?

–De alguna manera, sí. Es como decirles: «¡Oye, que no os va a pasar nada! Que aquello de Tampa –el juicio ganado en EE UU– fue un accidente provocado por un ministro bravucón, pero no hay 47 millones de personas bravuconas», como sí debería haber.

–En el impulso que dio al juicio en Estados Unidos contra Odyssey por la propiedad de los bienes sustraídos, ¿contó con apoyo de su Gobierno?

–No. Ninguno. No me dieron motivo alguno. Fue más bien omisión total. Les daba igual, les molestaba. También había muchos líos con la Junta de Andalucía, porque no tenía ganas de pelearse con ellos. Y luego cosas muy raras, muy raras. Hubo líos, oscuridades. Claro, yo estuve dos años en el ministerio, pero esto empezó en 2007 y ha terminado ahora, 14 años después. Nosotros, desde el ministerio, entonces logramos concienciar sobre la defensa del patrimonio subacuático a la UE; hicimos un plan con participación de la Armada y de las autonomías para hacer un mapa de los pecios y protegerlos... avanzamos muchísimo, pero esto lo cambia todo. Les estamos diciendo a los piratas y a los saqueadores del patrimonio: «Si quieren ustedes venir, vengan, porque nadie les va a hacer nada. Nadie les va juzgar. Hagan ustedes lo que les dé la realísima gana». Este es el panorama que cabrea al juez que se ve obligado a archivar la investigación. En 15 años han pasado ministros del PP y del PSOE. Nadie ha hecho nada. Nadie ha movido nada. ¿Dónde estaba la Abogacía del Estado?