«Este reconocimiento es también para todos mis colaboradores, porque sin ellos no soy nada»

-¡Menudo año de homenajes!

-Pues sí, pero no contaba con ellos. ¿Cómo iba a contar? (Risas) En realidad, nunca piensas en algo así y sí en estar trabajando, aunque sea poco.

-¿Quiere compartir con alguien esta Medalla?

-Con todos mis colaboradores, con los que trabajo y he trabajado, porque sin ellos y sin ellas no soy nada. Ellos son los que hacen posible que haga mi trabajo, así que es suya. Me acuerdo, por ejemplo, en estos momentos, de Pepa (Ojanguren), que ya no está...

-Es de los directores de escena más solicitados del mundo. ¿Cómo anda su agenda?

-El 25 de enero estaré en el Palau de les Arts y luego tenía que ir a América, pero no va a poder ser. Estaba previsto hacer 'El barbero de Sevilla' en la Ópera de San Francisco, pero, al final, han decidido cerrar hasta el verano. Y en mayo tengo una 'Carmen' en Sevilla. Ya sabes cómo nos ha afectado a todos esta pandemia...

-¿Es también de los que ve la luz al final del túnel?

-La próxima temporada tengo muchas cosas, pero más concentradas en la segunda mitad del año, cuando espero que los teatros puedan tener un poco más de aforo, porque ahora están viéndolas venir. Especialmente, los que no tienen subvención total. Porque meter 400 personas en un teatro de 2.000 como el Euskalduna de Bilbao es un auténtico desastre para ellos.

-El director general de la Ópera de Oviedo ya ha advertido de que la próxima temporada arrastrarán una situación financiera «compleja».

-Pues imagínate lo que implica para ellos una reducción de aforo como la que han sufrido... Que es lo que hay que hacer, sí, pero ojalá pase pronto, porque para ellos resulta fatal. Por ejemplo, el otro día con 'Madama Butterfly', que es una ópera con la que llenas así hagas diez funciones... Todos los teatros sufrirán un agujero importante. Especialmente, los que dependen de entidades medio privadas, que tienen un problema gordo. La gente está muy preocupada.

-¿Algún mensaje concreto para nuestras autoridades?

-Al Principado le diría que invierta más dinero en el Campoamor, un teatro que, además, debería tener un director o directora. Todos los teatros tienen un director artístico menos este.

-¿Le gustaría asumir ese cargo?

-No. Yo no me estoy proponiendo, porque ya lo he sido de tres teatros y ese cupo lo tengo cubierto. Lo que sí digo es que necesita un director y mantenimiento cada cuatro o cinco años. Eso me gustaría que por fin se abordase y creo que el alcalde está bastante implicado, con lo cual espero que se haga antes de que pase mucho tiempo y cueste una fortuna. Es algo que la ciudad tiene que hacer por el Campoamor, un teatro tan icónico, que tanta alegría da a los asturianos, porque hay gente de toda Asturias que va a la ópera y la zarzuela, y que da trabajo a tantas personas. Tenemos que entender que la industria cultural es importante porque, además, mueve muchas cosas alrededor.

-¿Qué le pide Sagi a 2021?

-Que acabe ya esta pesadilla en la que hay tanta gente pasándolo mal y que, con la vacuna, recuperemos cierta normalidad.

-¿De momento, va a celebrarlo?

-Quizá una copita (Ríe)... Pero, sobre todo, hay que celebrar todos los días que estamos vivos.